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Seguir leyendo //Steve Jobs murió este miércoles 5 de octubre de 2011, a la edad de 56 años luego de una fructífera vida en la que transformó el concepto de la computación y las comunicaciones, creando equipos y dispositivos que ganaron al mundo y despertaron admiración sobre su genial personalidad.
El sitio de Apple, la compañía que creó junto a Steve Bozniak, informa con una conmovedora imagen y texto sobre su deceso:
“Apple ha perdido a un visionario, genio creador y el mundo ha perdido a un ser humano increíble. Quienes tuvimos la fortuna de conocerlo y trabajar con Steve hemos perdido a un querido amigo y un mentor inspirador. Steve deja atrás una que solo él pudo haber creado, su espíritu estará por siempre en Apple.”
Para quienes deseen compartir sus recuerdos, pensamientos y condolencias, pueden dirigirse a la dirección de correo electrónico: rememberingsteve@apple.com
Padecía cáncer desde 2004 y tras luchar con suerte diversa, un mes atrás cumplió con la promesa que hizo de alejarse de la dirección ejecutiva de Apple cuando advirtiera que no podía realizar más el enorme esfuerzo de comandarla.
Creó Apple en 1976 luego que la compañía Hewlett Packard en la que trabajaba no aceptó su idea (es más: la consideró ridícula) de una computadora personal. Eso dio paso a su genial computador. A la no menos genial coherencia de mercadeo y al cuidado por facilitar todo a los compradores y usuarios.
Steven Paul Jobs nació el 24 de febrero de 1955 en San Francisco, hijo de Joanne Schieble -para entonces una estudiante de posgrado soltera- y Abdulfattah Jandali, un estudiante originario de Siria.
Fue entregado en adopción a Clara y Paul Jobs, quienes alentaron su afición por la electrónica.
Se graduó de la secundaria en 1972 y se inscribió en la universidad Reed College en Portland, Oregón, pero pronto abandonó los estudios.
Le sobreviven su hermana Mona Simpson, su hija Lisa Brennan-Jobs, su esposa Laurene Powell y sus tres hijos Reed, Erin y Eve.
No solo no tuvo el amor de madre y padre en su infancia, sino que, en 1985, fue expulsado de la compañía que él mismo había creado. Volvió en 1996 para recuperarla y transformarla en la más afamada compañía de nuestra época, la más innovadora…
Por eso puede decirse que la suya fue una vida genial e “interesante”, tomando el vocablo de la maldición china (Que tengas una vida interesante). Y fructífera, porque se levantó de todos los embates e impuso la belleza de su pensamiento, de su terquedad transformadora. Adiós ser extraordinario. Gracias por tu legado.
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