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Mambo, un
programa open source
Escribe Javier Matuk (*)
Hay miles, que digo, millones de páginas en la red Internet. Puede aplicar el principio de Pareto: el 80 por ciento de las visitas las
recibe el 20 por ciento de las páginas. ¿Lógico? Sí. Hay una gran cantidad y variedad de sitios que nadie visita. ¿Por qué? No ofrecen
nada interesante, están mal hechos, les falta estilo, no tienen sustancia y un gran y largo etcétera. En varias ocasiones recibo por
correo las siguientes preguntas, ?¿qué me recomienda para hacer un sitio?? ó ?me interesa poner una página en Internet, ¿cómo la
hago??.
La primer respuesta que invariablemente ofrezco es: si tienes contenido de interés, todo lo que sea diseño, programación, el temido
?lenguaje? HTML (que es como están hechas por dentro las páginas) y otros detalles más pasan a segundo término. El contenido puede ser
dirigido a un público en específico, lo que se conoce como ?de nicho?, o bien, información general. Dentro de las grandes firmas y
empresas, normalmente se tiene un departamento de páginas web quien se encarga de elaborar todo a la medida. Un grupo
multidisciplinario le da vida a los ?grandes? sitios y, claro, tiene un costo considerable. En otros casos, las firmas contratan a una
empresa externa que se encargará de hacer todo esto. Ambas soluciones funcionan pero, ¿qué pasa si mi empresa soy yo sólo o un grupo
de tres o cuatro personas? ¿Qué sucede cuando no es una empresa la interesada, sino un particular? Para eso existen opciones y una que
he estado analizado ?y utilizando- recientemente se conoce genéricamente como CMS en inglés (Content Management System) o sistema de
gestión del contenido en algún tipo de español. Pero, traducciones aparte, ¿de qué se trata un CMS?
Precisamente, estos programas que operan en la propia red, lo que generan son las páginas que finalmente consultará el visitante al
sitio. Existen ofertas de productos CMS que rondan en los miles de dólares y para poder usarlos es necesario tomar cursos
especializados. Esas ofertas, imagino, deberán ser demasiado poderosas y ?escalables?, esto quiere decir que pueden surtir desde 10
hasta 10 millones de páginas. Para esos productos hay ciertos clientes que necesitan al proveedor detrás de ellos, alguien a quien
reclamarle cuando algo no resulta como se planeó.
Para el resto de los interesados en ofrecer algún tipo de contenido en la red, usando un sistema más o menos sofisticado, pero que
entra en la definición de CMS, existe una opción que se llama Mambo. ¿De dónde salió el nombre? Ni idea, pero el producto es realmente
interesante. Lo acabo de instalar en un par de sitios de prueba, de hecho, cuando se contrata el servicio de hospedaje de páginas
(hosting) con muchos proveedores, lo ofrecen como una opción dentro de los ?paquetes? que se incluyen por la renta mensual. Con Mambo
instalado, se obtiene un sitio en cuestión de segundos, sólo falta meterle el contenido y modificarlo para que se ajuste a las
necesidades que tenemos en mente.
¿Qué sitios pueden crearse con Mambo? Casi de todo tipo. Desde agentes de bienes raíces hasta periodistas pueden beneficiarse de este
producto. La forma de ?subir? o colocar información es más o menos sencilla, el ?curso? consiste en leer los manuales en la propia
página y siempre se ofrece la opción de ?probar? el contenido que estamos a punto de publicar para ver si realmente es lo que
queremos. El usuario que se interese por publicar contenido en la red, de forma constante, se verá beneficiado con un CMS y Mambo es
uno de ellos. Con el tiempo y el uso del producto, se verá familiarizado y en un par de meses lo dominará como el procesador de
palabras. Todo es ?en línea?, es decir, a través de un módulo que se llama ?Administrador?, se cambia, modifica y coloca el contenido
d el sitio: noticias, artículos, encuestas, fotos, mensajes, en fin, como no hay una estructura inicial fija, la capacidad de
adaptación es directamente proporcional a la habilidad del usuario.
Ahora bien, suena interesante esto del Mambo, pero, ¿cuánto cuesta? Cero. El software es ofrecido bajo el concepto de Open Source, que
quiere decir ?código abierto?, por lo que el costo de la licencia es cero pesos. Cualquier persona puede descargarlo del sitio (www.mamboserver.com) y usarlo. Lo más recomendable es, si ya tiene un servicio
de hospedaje de páginas, solicitar la instalación al proveedor, que en muchos casos, lo tiene listo pero no lo ofrece o está ahí
olvidado en medio de decenas de opciones. Yo lo acabo de usar para un proyecto y funcionó bastante bien. Si tiene cualquier tipo de
contenido que ofrecer, Mambo es una buena opción y es gratuito.
(*)Matuk
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