Los pasos para una sucesión ordenada tranquilizan a a los
accionistas
Los directores ejecutivos internos que son promovidos dentro de la misma
compañía cuentan con el doble de tiempo de transición que aquellos directores ejecutivos externos, de acuerdo con un estudio realizado
por Burson-Marsteller (Nueva York).
Directores ejecutivos en las más grandes compañías de Estados Unidos cuentan en promedio con 49
días desde el momento en el que se realiza el primer anuncio público sobre su nueva posición hasta el primer día en el que se asume el
nuevo cargo, de acuerdo con la consultoría global de comunicaciones Burson-Marsteller.
Este período de tiempo ? conocido como ?cuenta regresiva de director ejecutivo? ? ha aumentado casi dos semanas desde el 2000.
Burson-Marsteller define el periodo de transición como la cantidad de tiempo (en días) entre el anuncio de un nuevo director ejecutivo
y la fecha en la que el ejecutivo asume el cargo oficialmente.
Un director ejecutivo interno es un ejecutivo que ha trabajado dentro de la compañía al menos por tres años antes de convertirse en
director ejecutivo. Un director ejecutivo externo es un ejecutivo que ha trabajado fuera de la compañía o dentro de la compañía por
menos de tres años antes de ser nombrado director ejecutivo.
La mayoría de directores ejecutivos cuentan con periodos de transición antes de hacerse cargo de la nueva posición. En el 2004, un 60
por ciento de los directores ejecutivos contaban con periodos de transición, frente a un 40 por ciento que asumieron el cargo
inmediatamente después del anuncio. La transición más larga de un director ejecutivo fue de 317 días (10.6 meses).
?La transición de los directores ejecutivos es más larga hoy en día porque los directores de junta y presidentes poseen un
conocimiento más profundo sobre sus compañías y están en la capacidad de proporcionar el liderazgo requerido hasta que el nuevo
director ejecutivo asuma el cargo?, afirmó Leslie Gaines-Ross, presidente de la división Conocimiento e Investigación en
Burson-Marsteller y experta en reputación de directores de empresa.
Este tiempo de transición resulta ser una buena noticia para los inversionistas quienes desean observar una sucesión ordenada. El
periodo de transición permite a un nuevo director ejecutivo prepararse para iniciar su cargo con todas las herramientas necesarias.
“Los miembros de la junta directiva reconocen cada vez más que la planificación de una sucesión debe ser su prioridad número uno. En
esta medida, un periodo de transición extendido para un director ejecutivo demuestra una adecuada y sabia administración de junta.
Este mayor periodo de transición tiene la ventaja de otorgarle a los directores ejecutivos designados un tiempo adicional para
permanecer fuera del escrutinio público y de los medios, escuchar a los empleados y prepararse para el primer día?, remarcó Deborah
Bowker, directora de la Práctica Corporativa y de Finanzas de Burson Marsteller en Estados Unidos.
No resulta sorprendente que el periodo de transición para los directores ejecutivos designados externos a la compañía es dos veces más
corto que el que se le otorga a directores ejecutivos electos que provienen de la misma compañía (27.7 días frente a 60.7 días).
?Las compañías usualmente no se pueden dar el lujo de perder tiempo cuando traen un gerente de afuera para que le de vuelco a una
situación o supere una crisis?, dijo Gaines-Ross.
Para ampliar en estos temas Burson-Marsteller creó CEOgo, un portal especialmente
orientado hacia los gerentes.
El portal brinda información y noticias a una comunidad de profesionales en crecimiento que están interesados en gerentes- su
reputación, cambio de roles y estrategias de administración.
CEOGO ha sido comentado favorablemente por el Barron’s, Harvard Business Review’s ?Working Knowledge? y el Asian Wall Street Journal
y resalta la más reciente investigación, anuncios, tendencias y recursos de liderazgo para los gerentes de hoy.
Por su lado, Burson-Marsteller, establecida en 1953, es una firma global especializada
en comunicaciones y asuntos públicos. Provee de consultoría estratégica y ejecución de programas en una amplia gama de servicios de
relaciones públicas, asuntos públicos, publicidad y comunicaciones de Internet. La empresa cuenta con una red global formada por 45
oficinas propias y 49 afiliadas, que operan integradamente en 57 países en seis continentes. Burson-Marsteller es parte de Young &
Rubicam Brands, subsidiaria del WPP Group plc (NASDQ:WPPGY), uno de los grandes grupos de servicios de comunicaciones en el
mundo.