Hexacta entre los agilistas del software

Dicen que tecnologías ágiles delinean algo así como un acortar caminos en el desarrollo de software. Pero ¿qué es, según la mirada especializada? Por eso Portinos entrevistó a Santiago Ceria, socio de Hexacta, a cargo de la calidad de esa empresa (CMMI 3).

Hexacta tiene ese nivel de excelencia e innovación y también el reconocimiento de haber recibido el 25 de noviembre el Premio Sadosky en el rubro empresa informática. Y poco antes, al ser evaluada como especializada en consultoría y desarrollo de software, Hexacta fue elegida por el Ranking Great Place to Work Latinoamérica como una de las 100 empresas con mejor clima laboral de la región.

Santiago Ceria (foto) nos explicó el tema en estos términos:

– Santiago Ceria: los agilistas -como se hacen llamar- dirán que lo de ellos no es una metodología sino una especie de marco, frame o algo más general. Y ello porque tratan de dar la idea de que es algo liviano, sin tanto contenido metodológico tradicional.
La señalaría como una tendencia que viene surgiendo desde mediados de los 90, pero con más fuerza desde hace unos 5 o 6 años, en métodos de desarrollo de software que se caracterizan por proponer un conjunto muy pequeño de reglas que hay que seguir para poder desarrollar software efectivamente.
También se enriquecen por haber adoptado un conjunto de prácticas de ingeniería de software muy efectivas, que funcionan muy bien como desarrollos iteractivo-incrementales y haberlas agrupado en ese conjunto mínimo de prácticas.

Dentro de todo lo que se propone hay algunas cosas novedosas, prácticas que podríamos decir que no existían antes de que apareciera este movimiento (como el TDD y la Integración Continua) y, otras que ya existían hace muchos años y que adoptaron y les dieron su propio flavor, su propia implementación.

Tampoco hay un único método ágil; hay varios métodos diferentes, cada uno con sus variantes principales; así que todavía no hay un método de consenso.

No es algo que haya tenido una confluencia como el Unified Process (UP) que resulta del acuerdo de varios especialistas en metodologías de objetos. ?Por ahora los métodos ágiles siguen conviviendo en varias líneas diferentes, cada una con sus características. Por ejemplo, los que más se están usando en la industria hoy son SCRUM y Extreme Programming.

Esto contando a grandes rasgos, sin entrar en detalle acerca de cómo proponen que se desarrolle software.

– Portinos: ¿cómo se asocian estas metodologías ágiles con Hexacta? ¿quién busca a quién? Me inclino a creer que fue Hexacta ¿cierto?

– SC: Diría que en nuestro caso fue como una coincidencia. Nosotros, por un lado estábamos viendo que en cierto tipo de proyecto, las llamadas metodologías “tradicionales” -porque ahora hay un problema, ya que el resto de las metodologías se quedaron sin nombre, dado que es feo decir: las metodologías NO ágiles-, más basadas en modelos como CMMI o incluso metodologías de la industria como RUP (Rational Unified Process) no eran del todo adecuadas.

En particular nos pasaba con proyectos donde lo que estábamos haciendo no era construir un nuevo producto de software sino básicamente como evolucionando un producto existente. Estábamos proveyendo un equipo a un cliente, que estaba dedicado a la evolución de un producto de software. Era de corrección de defectos pero también de incorporación de mejoras y desarrollo de nuevos módulos y nuevas funcionalidades.

Y bueno, los métodos tradicionales en esos casos nos traían algunos problemas. También nos traían problemas cuando trabajábamos para empresas de producto. Para empresas que no tienen un horizonte demasiado claro acerca de hacia dónde está evolucionando su producto, sino que están queriendo explorar diferentes caminos.

Cuando uno trata de encajar diferentes tipos de proyectos en los métodos que dicen: a ver, definamos todos los requerimientos y así te puedo cotizar cuánto te voy a cobrar por hacer todo esto, las empresas se veían en problemas porque en realidad no tenían demasiado claro cuáles eran todos esos requerimientos sino que tenían solo algunos lineamientos.

Eso nos llevó a buscar otra ruta metodológica. Es como decir, esta es la metodología de Hexacta: tengo una metodología A y la metodología B; la A es para cierto tipo de proyecto -más claramente definidos en alcance, donde alguien ya se tomó el trabajo de definir: bueno esto es lo que vamos a hacer; quiero reemplazar este sistema; quiero que tenga la misma funcionalidad, etc-. Y la metodología B (la ágil) para aquellos proyectos que presentaban una evolución, como la de encontrar el camino hacia dónde está yendo cierto producto. Es decir, un método más liviano y más flexible. Y ahí juntamos la oferta con la demanda. Nuestra necesidad con la disponibilidad de todos estos métodos. ?

Además, algunos clientes de EEUU comenzaron a pedirlo. Pasó algo parecido con el CMM hace diez años, en que aparecía una empresa que así como decía: quiero una empresa certificada o con un determinado nivel de CMM o CMMI; ahora aparecen empresas -sobre todo en EEUU- que dicen: quiero trabajar con métodos ágiles; quiero trabajar con SCRUM. Sobre todo empresas de software y por eso nos eligen, precisamente.

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