La ciencia va en pos de asistir al sistema productivo argentino

La presidente del CONICET, Marta Rovira (foto), expuso los resultados de 2011 junto al ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao. La científica, formada académicamente como astrónoma, subrayó el objetivo de formar más científicos y vincular en todo lo posible la ciencia con las actividades productivas.

La presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, hizo una detallada exposición de la gestión realizada por el CONICET durante 2011. El CONICET, organismo creado en 1956 por el primer Premio Nobel de ciencias de la Argentina, Bernardo Houssay, despliega su actividad en cuatro grandes áreas: las ciencias exactas físicas y naturales; las ciencias agrarias e ingenierías: las ciencias sociales y humanidades y las ciencias biológicas y de la salud.

Entre los puntos más destacados informó que:

• El presupuesto del Consejo, fue en 2011 de $1.829 millones.

• El crecimiento en el número de investigadores, que ya llega a los 6.840, continuará aumentando.
• El financiamiento alcanza a 8.555 becas de doctorado y postdoctorado.
• El mejoramiento se extendió a la asignación de recursos humanos en áreas de menor desarrollo geográfico y disciplinario.
• Se inauguraron 9 obras de infraestructura en 2011 y otras 39 están en ejecución, con fondos del Conicet y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a través del Plan Federal de Infraestructura.
• La creación de 23 unidades ejecutoras, que hacen llegar la cantidad total a 169 en todo el país.
• La evaluación de más de 7.000 postulaciones para becas e ingresos a la carrera del investigador.
• Los 1.000 doctores nuevos por año.
• Los 2.143 proyectos de investigación plurianuales en ejecución.
• Los convenios científicos 30 universidades y 16 institutos de investigación en 21 países.
• La cuadruplicación de convenios de vinculación tecnológica respecto de 2010.
• La firma de convenios asociativos público-privados por un total de $160 millones.
• Las asesorías y servicios tecnológicos de alto nivel por un total de $17 millones.
• La creación de Conicet Documental, la productora audiovisual del Consejo.
• La presencia de Conicet Dialoga en Tecnópolis.
• La convocatoria a proyectos de divulgación por un millón de pesos.

De cara a 2012, el Conicet incorporará a las vacantes actuales 650 investigadores y 150 profesionales de apoyo, inaugurará 25 obras de infraestructura por 182 millones, implementará el sistema de voto electrónico para la elección de miembros del Directorio por parte de los investigadores, potenciará capacida

des en áreas de escaso desarrollo científico-tecnológico, impulsará el empleo de recursos humanos de ciencia y tecnología en el sector público y privado, y continuará el fortalecimiento de sus actividades de vinculación tecnológica y comunicación con la sociedad.

Los científicos verían limitada su acción si no contaran con personal de apoyo, sobremanera luego de importants compras de equipos complejos, microscopios entre ellos -explicó Marta Rovira- y máxime que se trata de áreas donde la mayoría del personal está ya en edad de jubilarse, por lo que se producirán incorporaciones durante 2012.

Coincidente con lo expresado por el ministro Lino Barañao días atrás acerca de expandir los centros de investigación hacia el interior argentino, la científica comentó que se abrirá en Santiago del Estero un grupo de trabajo que tendrá que se enfocará en dos campos de investigación: agroalimentos y forestal, cuaya labor se evaluará año a año y al cumplirse el quinto, según esos resultados, se avanzará hacia la creación de un instituto o centro regional del CONICET.

En todos los casos, además de realizar ciencia básica, el organismo trata de apoyar las actividades productivas nacionales y en ese proceso se viene aprovechando la experiencia de científicos argentinos destacados que estaban en el exterior y fueron repatriados a través del Programa Raíces, por el cual ya han retornado 870 investigadores. Precisamente, uno los miembros del consejo directivo de ese programa y también director del CONICET, el doctor Aldo Caballero (foto), señaló los ejemplos de tres de esos científicos repatriados, que se desempeñan en contacto directo con industrias en la provincia de Misiones. Aludió al doctor Marcos Miretti, quien dejó su posición en la Universidad de Cambridge, y se desempeña ahora en el departamento de genética de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), para trabajar en ese ámbito en biología subtropical. Un campo, donde los científicos tienen metas como la de conocer la fastuosa familia de vegetales y animales, y salvar a algunos de ellos de la extinción, como el caso del yaguareté, el tigre de esta región de la selva paranaense. También citó el doctor Julian Ferenson, quien se desempeñaba en la Universidad de Nueva York, y el del doctor David Bruslovsky, quien fue repatriado desde Israel, donde desplegaba sus trabajos sobre nanotecnología y que ahora se vuelcan a procesos de la industria de envasado, en Misiones.