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Seguir leyendo //El Centro de Emprendedores de la FIUBA impulsa la creación de una empresa que actúe como un centro de referencia en la materia. El equipo ya cuenta con tecnologías avanzadas, está construyendo un prototipo y comenzará a realizar pruebas sobre casos reales de mayor complejidad.
(Por Juan Manuel Repetto, responsable de Comunicación UBAEmprende) .- El Centro de Emprendedores de la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA) trabaja en la incubación de una empresa de base tecnológica orientada a diseñar microcircuitos digitales, a partir de un desarrollo conjunto entre investigadores argentinos del departamento de Lenguajes y Sistemas de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), España, y el Laboratorio de Sistemas Digitales de la FIUBA.
“Estamos desarrollando una herramienta para diseñar microcircuitos de manera mucho más rápida, segura y viable respecto de las tecnologías actuales. A futuro, la idea es crear una empresa que actúe como un centro de referencia en el diseño de hardware”, afirmó Silvia Clérici, directora del grupo de investigadores de la UPC (izq en la foto, junto a Lidia Seratti y Miguel Sagreras).
La industria microelectrónica es estratégica para el desarrollo tecnológico de todas las áreas, incluidas la salud, el agro, la energía y la seguridad. Según Lidia Seratti, coordinadora del Centro de Emprendedores de la FIUBA, “la iniciativa permitiría el fortalecimiento del medio científico y productivo local para el desarrollo de microcircuitos”, que salvo muy pocas excepciones a nivel nacional hoy se concentra en grandes instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el INVAP.
“Desde hace nueve años trabajamos en el desarrollo de un lenguaje de programación paralela completamente gráfico, con grandes ventajas respecto de los textuales. En esta tecnología, los programas se construyen arrastrando íconos que se conectan entre sí y conforman una red de procesos comunicados por canales en los que circulan los datos. Mientras se ejecuta el programa, el sistema permite visualizar todo el estado interno y modificar interactivamente cualquier parte del código que se está ejecutando. Ambas cosas, imposibles en los lenguajes actuales, proveen una notable facilidad para poner a punto los programas”, explicó la investigadora de la UPC.
Por ejemplo, en imagen siguiente se puede ver cómo la ventana a la derecha de la pantalla muestra un programa en el lenguaje gráfico mientras se está ejecutando para controlar el simulador de robots que se ve en la ventana izquierda.
Clérici trabaja desde 2011 en colaboración con Miguel Sagreras y su equipo de la FIUBA en la especialización de ese entorno gráfico para construir una herramienta de diseño de circuitos integrados digitales. Actualmente, esperan completar la construcción del primer prototipo de la herramienta y realizar las pruebas sobre casos reales de mayor complejidad.
“Estamos haciendo una aplicación específica para diseñar microcircuitos y en especial FPGAs, Estos dispositivos pueden procesar de manera paralela grandes cantidades de datos a una velocidad que por software no se puede conseguir, y su costo se ha abaratado enormemente. Validar su diseño, para problemas relativamente complejos, demanda mucho tiempo, ya que el lenguaje en el que se programan es de muy bajo nivel y hay infinidad de detalles interrelacionados que controlar”, explicó Sagreras.
La especialización de esta tecnología gráfica para adaptarla a las restricciones que impone el bajo nivel permitirá obtener una herramienta intuitiva para asistir en la fase más compleja del diseño de una FPGA y producir luego de manera automática el código de bajo nivel. “Podemos reducir drásticamente la etapa de validación, que es el costo crítico del diseño de circuitos y eso sería el elemento clave para la incubación y creación de un emprendimiento de alto grado de especialización para el diseño de microelectrónica”, dijo Sagreras.
“El software en construcción es en sí mismo un producto muy innovador por el enfoque y por sus características gráficas, pero a su vez, al tratarse de una herramienta de base, su utilización produciría una innovación de proceso. El valor agregado es la reducción del tiempo de desarrollo en la producción de circuitos”, concluyó.
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