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Seguir leyendo //EXO y la Asociación Argentina de Usuarios de la Informática y las Comunicaciones (USUARIA) dictan cursos gratuitos para adultos mayores de 55 o 60 años con pocos conocimientos tecnológicos. En dialogo con Portinos, profesores y alumnos relatan desafíos, anécdotas y beneficios de aprender computación varias décadas después de terminar la escuela.
Angélica ya pasó los 60. Usa anteojos, las uñas largas y el pelo teñido de rojo fuego. Se sienta erguida, cruza las manos, mira un proyector grande y apunta en hojas blancas. Cuando está lista, recuesta su espalda sobre el teclado, reposa su mano izquierda sobre el mouse y escribe lentamente la dirección de su casa. Minutos después, está maravillada: Google Maps le mostró por primera vez el frente de su departamento.
Mayores Conectados es una fábrica de sorpresas, desafíos y descubrimientos. El curso gratuito, dictado por EXO en su sede de Parque Patricios, enseña en un mes el ABC de la computación: desde cómo prender una PC hasta cómo usar Facebook o Skype: “El principal objetivo es aumentar la sensación de “yo puedo” y generar socialización. Muchos nos dicen que recuperaron el dialogo con la familia por alfabetizarse digitalmente”, explica Daniel Benzoni, director de Exo Training Center.
Exo Training Center nació en 1995 como un centro de capacitación para empresarios y personas con conocimientos básicos de computación. Hoy ofrecen más de 120 cursos de plataformas en Microsoft, Java, Android y Cisco, entre otras. Sin embargo, hasta 2014 les faltaba una opción para las personas mayores.
Tras brindar capacitaciones para este grupo etario en sedes del Banco Superville, implementaron la propuesta en su propia casa con gran éxito: Mayores Conectados suma más de 58 mil seguidores en Facebook, casi 5 mil usuarios registrados en los cursos online y más de 2100 personas capacitadas en forma presencial.
Recostada sobre un sillón, después de aprender y antes de almorzar, Irma (65) cuenta que empezó el curso hace dos semanas. Solía tener una compu de mesa, chiquitita, una maquinita: “La compré para entretenerme jugando al Burako. Me la armó mi nieto”, confiesa.
Claudia (65), por otro lado, comenta que decidió inscribirse, porque quería estar más actualizada y cerca de sus nietos e hijos: “Nunca voy a poder saber tanto como ellos, pero no por eso quiero quedarme afuera”, dice.
Ambas coindicen en que el curso no es muy difícil, aunque a veces olviden donde está el enter o la barra espaciadora.
Las clases son dinámicas y pausadas. Los alumnos se caracterizan por su compañerismo y sensibilidad especial: A la hora de guardar la foto de un perro y un gato la nombran “te comprendo” en vez de dejarle un código indescifrable de letras y números.
“La principal barrera es superar el miedo a romper. Muchos sienten que van a borrar de más o desconfigurar algo. Una vez que superan ese obstáculo están más cancheros. Ha venido gente con problemas de movilidad, auditivos y motores. Todos se caracterizan por su espíritu de progreso”, dice Andrea Di Biase, administrativa de ventas de Exo.
Los profesores son especialistas en tecnología, capacitados especialmente para brindar cursos a personas mayores. Tienen una empatía especial y la paciencia suficiente para explicar paso a paso y en reiterados intentos, cómo guardar una foto o abrir una pestaña en el navegador. Sus escritorios parecen una despensa: bombones, caramelos y flores se mezclan entre otros regalos de alumnos de diferentes camadas.
“Los profes nos dicen que si bien el desgaste es grande, nunca sienten tanta satisfacción al finalizar un curso. Las personas de empresas, que ya están capacitadas, no te reconocen tanto. Acá te aplauden, hacen despedidas. Es como terminar un concierto en el Luna Park”, comenta Daniel.
A diferencia de los nativos digitales muchos adultos desconectados se criaron con un modelo educativo que no permitía la experimentación a prueba y error: “Hoy desde jardín de infantes se le enseña a los niños a investigar. Para muchos adultos, intentar y equivocarse es una falla, lo viven como un fracaso no como un proceso de aprendizaje” sostiene Andrea.
“Cuando terminan el curso están más integrados. El cambio es rotundo porque alguien les explicó, por fin, cosas que para muchos son obvias”, sintetiza Daniel.
Desde 2014 USUARIA organiza el curso-taller de los Viejitos Piolas, una capacitación básica en el uso de la PC (mail, chat, skype, redes sociales) y en el uso de recursos web para ejercitar las funciones cognitivas (memoria, atención, percepción, etc.).
“Nos basamos en el principio del envejecimiento activo que apunta a generar un estilo de vida saludable, un cierto grado de independencia, conexión social y activada con el medio. En este sentido, las TICs son muy importantes porque favorecen el estado de salud y mantienen las funciones cognitivas en buen estado”, dice Ricardo Gómez Vecchio, profesor del taller y psicólogo especializado en adultos mayores.
Vecchio nos adelantó en exclusiva que en Junio de 2016 USUARIA lanzará un curso para aprender a usar el Smartphone. Algunos modelos, como Coradir Senior, pueden facilitar el proceso de adaptación para los primeros grandes usuarios.
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