La historia de la más famosa foto del Che

El relato de Korda en el sitio PhotoMagazine, dedicado a
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Tras el fracaso de su primer intento de derrocar a Fulgencio Batista, que en 1953
presidía Cuba, Fidel Castro se vio abocado al exilio. Fue durante este periodo que Castro y sus seguidores entraron en contacto y
reclutaron a un médico argentino, llamado Ernesto Rafael Guevara de la Serna.

Cuenta la leyenda que, en 1958, cuando Castro y su grupo de guerrilleros, el llamado Movimiento 26 de Julio, regresaron a Cuba, fueron
recibidos con disparos. Entonces, el doctor, ya con el alias del “Che”, soltó su maletín y se puso a disparar.

Castro, el Che y su grupo de guerrilleros derrocaron a Batista el día de Año Nuevo de 1959. Fue entonces cuando reclutaron a Korda un
fotógrafo habanero casi desconocido, para documentar su revolución. Korda había trabajado en moda, pero también había sacado una foto,
poco antes de la revolución, de una pobre niña jugando con una muñeca de paja. Probablemente fue esta imagen la que hizo que Castro
pensara que Korda era la persona más adecuada para la causa.

El año siguiente, un cargamento de armas procedente de Bélgica estalló en el puerto de La Habana, matando a más de 100 miembros de la
tripulación.

Cuando Castro pronunciaba su discurso en memoria de los muertos, acusando a saboteadores contrarrevolucionarios, el Che dio un paso
hacia adelante.

Korda, apuntó su cámara hacia la tarima donde estaban los oradores y tomó la foto que, en el futuro, iba a ser la inspiración de
tantos.

Años después, Korda comentó al Guardián: “Lo vi adelantarse con ese aire desafiante mientras Fidel Castro hablaba. Fue apenas un
instante. Disparé dos veces y desapareció.”

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