Estamos preparados para un mundo que ya no existe

El tiempo biológico no espera a nadie y está en todos lados, incluso dentro de
nosotros


La vida moderna desafía continuamente los ritmos de las funciones
corporales. Los trastornos más comunes de los ritmos biológicos son los derivados de cambiar abruptamente la hora del mundo, sin darle
tiempo al reloj biológico para cambiar de forma simultánea. Las bases del reloj biológico son genéticas, ya que hay genes que se
activan y desconectan periódicamente para gobernar los ritmos fisiológicos, bioquímicos y comportamentales. La cronobiología estudia
los ritmos de las funciones corporales para ayudarnos a mejorar la salud y los modos de vida, explica el doctor Diego Golombek, en un
artículo publicado por el portal científico tecnológico europeo Tendencias 21.

Diego Golombek (Buenos Aires, 1964) es licenciado y doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es profesor en
la Universidad de Quilmes, e investigador del CONICET. Dirige el laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes, y
coordina el área de ciencias del Centro Cultural Rojas de la UBA. Postdoctorado en la Universidad de Toronto (Canada) y Smith College (EE.UU.)
Profesor invitado de universidades americanas y europeas. Becario Guggenheim (2000). Autor de más de setenta trabajos científicos, así
como libros de ciencia y de divulgación científica (entre otras actividades de difusión de la ciencia). Ha publicado numerosos
trabajos de investigación científica, literatura, ensayo y divulgación científica. Ha trabajado, además, como director de teatro,
periodista y músico.

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