Escribe Manuel Sabariz Santos
Hoy vamos a referirnos a lo que es el primer antecedente conocido de las máquinas de calcular,
que luego devinieron en computadoras, del cual se tenga noción.
Esta calculadora es un dispositivo, que se estima data del año 87 AC. En la imagen que precede esta nota se ven los vestigios de la
pieza original y a su lado la versión reconstituida.
Este mecanismo está diseñado para calcular las posiciones de los planetas Mercurio y Venus, además del Sol y la Luna, y se sospecha
que originalmente, se consideran que partes se han perdido, podía también calcular las órbitas de Marte, Júpiter y Saturno. O sea los
planetas conocidos en esa época.
Lo más curioso de este dispositivo es que utiliza engranajes diferenciales y se pensaba, hasta ahora, que éstos se habían inventado en
el siglo XVI.
Para colmo el nivel de miniaturización es similar al de los relojes del siglo XVIII.
Recapitulemos, aproximadamente 100 años antes de Cristo se construyó un mecanismo que tenía conocimientos científicos que se
?descubrirían? 1.600 años después y tecnología de la que dispondríamos en, apenas, 1.800 años más tarde.
La verdad que es increíble la capacidad de la humanidad para ?olvidarse? de las cosas que han creado.
Sin embargo hay otra lectura, la que considero más probable y es que la ciencia y la tecnología avanzan en función de las necesidades
de las sociedades en la que están inmersas.
Un aparato para calcular la trayectoria de los planetas, si bien puede parecer muy interesante, no dista demasiado de un juguete de
lujo. No tiene aplicación a la realidad social inmediata.
Sin embargo las máquinas de calcular, como los relojes de precisión, eran necesarios para su época. Hacían falta máquinas que
permitieran reducir los tiempos de cálculo, a la vez que incrementar su precisión, para que los requerimientos científicos de la
época.
Asimismo un reloj de alta precisión era fundamental para la navegación de la época y ambos eran fundamentales para la astronomía.
O sea que estos avances eran producto del impulso científico y técnico de la época y no del preciosismo de un innegable genio,
espectacular pero aislado socialmente.
Dicho de otra forma, la sociedad del siglo I AC no necesitaba ese mecanismo y, por lo tanto, no se siguió en su aplicación e
investigación de los recursos desarrollados.
Otro elemento a tener en cuenta es que no se había desarrollado la Sociedad del Conocimiento. Hoy sabemos que no hay nada que ?pague
más? que la investigación básica.
Esta investigación llevará a desarrollar nuevas tecnologías, las que desembocarán en nuevos productos y servicios que llegarán a la
sociedad y, que en última instancia, lograrán hacer felices a las personas que los disfrutan y, mucho más, a los que los fabrican y
venden.
¿Se ve el ciclo? La ciencia básica está incorporada a loa sociedad porque, en última instancia, va a producir dinero en abundancia.
Valor primario en una sociedad capitalista.
Sin esas condiciones no se produciría el ?circulo virtuoso? del que estamos hablando. Como ejemplo claro de esto tenemos a la Unión
Soviética. A pesar de tener enormes avances en el plano científico y tecnológico, estos no llegaban a la sociedad. O sea no producían
más riqueza. Ya sabemos como terminó la historia, claro que no solo por este motivo.
Como enseñanza de lo que este aparato nos deja, es que nada peor que hacer algo que está adelantado a su época. Si hacemos un producto
o servicio para el que la sociedad no esté preparada, tenemos garantizado el fracaso.
A pesar de esto, es impresionante ver lo que la inteligencia humana puede hacer, no hablemos de lo que hace la imbecilidad humana
porque sería demasiado largo, en condiciones que se consideran imposibles.
Al que esté interesado en profundizar el tema le recomiendo que se remitan a Wikipedia en la página Antikythera mechanism (en inglés dado que
el articulo en español es muy breve).
Hasta la próxima.
Manuel Sabariz Santos – msabariz@yahoo.comEsquema de la
Antiquitera