Una investigación en el MIT considera posible un futuro sin cables

Estudian la recarga inalámbrica de baterias de
dispositivos portátiles


Gracias a una nueva investigación, recargar la batería de
su computador portátil, su teléfono móvil y otros muchos dispositivos, puede que un día sea factible de la misma forma cómoda en que
muchas personas se conectan a Internet: inalámbricamente.

Marin Soljacic, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y sus colegas Aristeidis Karalis y John Joannopoulos, han realizado
una investigación en la física de los campos electromagnéticos, demostrando cómo la energía inalámbrica podría alimentar en el futuro
los equipos electrónicos. El grupo del MIT también está trabajando para demostrar en la práctica esta tecnología.

Los científicos y los ingenieros han sabido desde casi dos siglos atrás que la transmisión de energía eléctrica no exige que los
cables estén en contacto físico en todo su recorrido.

Los motores eléctricos y los transformadores de electricidad contienen bobinas que la transmiten por el fenómeno de la inducción
electromagnética. La corriente que circula por una bobina emisora induce otra en la bobina receptora; las dos bobinas están muy cerca,
pero no se tocan.

Con posterioridad, los científicos descubrieron las ondas de radio, y demostraron que otra forma de radiación electromagnética, la
luz, es la manera en la que recibimos la energía del Sol.

Pero convertir la luz en energía eléctrica es difícil y requiere que el transmisor y el receptor se “vean” entre sí, por lo que un
obstáculo físico puede desbaratar una transmisión.

Las ondas de radio, y sobre todo las microondas, pueden emplearse para transferir energía, que se puede recoger con una antena.

Pero la transferencia de energía de un punto a otro a través de la radiación electromagnética ordinaria suele ser ineficiente, e
incluso resulta peligrosa: las ondas tienden a dispersarse en todas direcciones, así que la mayor parte de la energía se pierde en el
entorno.

Sin embargo, Soljacic comprendió que la inducción a corta distancia, realizada dentro de un transformador o dispositivo similar,
podría transferir energía a mayores distancias, como por ejemplo la existente entre los dos extremos de una habitación.

En lugar de irradiar el entorno con ondas electromagnéticas, un transmisor de energía llenaría el espacio a su alrededor con un campo
electromagnético “no radiante”.

La energía sólo la recogerían los dispositivos diseñados especialmente para “resonar” con el campo. La mayor parte de la energía no
recogida por un receptor se reabsorbería por el emisor.

Si bien está basada en leyes muy conocidas de la física, la transmisión de energía no radiante es una aplicación nueva que nadie
parece haber explorado anteriormente.

Con el diseño propuesto, un objeto del tamaño de un ordenador portátil podría recargarse a unos pocos metros de la fuente de energía.
Instalando una fuente en cada cuarto, se lograría proporcionar energía a toda la casa.

En el futuro, la energía inalámbrica también podría alimentar a máquinas automáticas, como esas aspiradoras domésticas robóticas que
limpian automáticamente los suelos, o en aplicaciones industriales, alimentando a robots que se muevan libremente dentro del pabellón
de una fábrica, por ejemplo.

Información adicional en: Amazings

MIT

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