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Seguir leyendo //Tiembla la industria editorial y es muy incierto el futuro de la mayoría de las librerías a cuyos locales nadie puede acercarse hoy por la cuarentena. Los expertos Daniel Benchimol y Javier Celaya dicen que la industria tardará años en recuperarse y aconsejan pasar cuanto antes sus catálogos al formato digital y vender ebooks y audiolibros vía e-commerce.
La recomposición del negocio -señalaron los expertos- vendrá por la armonización del mundo físico con el digital, pero ambos advirtieron que los ingresos por ventas de ebooks y audiolibros no compensarán las graves pérdidas en la venta de libros en papel debido al cierre obligado de las librerías ante el contagio del COVID-19. También aclararon que esta es la segunda oportunidad de la industria editorial que desperdició toda una década en incorporar al libro digital a sus plataformas… Y no habrá tercera oportunidad, afirmaron.
Daniel Benchimol (Buenos Aires, Argentina) y Javier Celaya (Bilbao, España) analizaron la situación del sector, así como las oportunidades de negocio que brindan los contenidos digitales (ebooks, audiolibros, etc.). Más de un millar de oyentes remotos desde lugares como Bogotá o Buenos Aires, México DF, Paraná (Entre Ríos, Argentina), Madrid, Tegucigalpa, Berlín…, asistimos al encuentro virtual que, Océano Atlántico mediante, dieron ambos vía YouTube. Hubo más de 600 preguntas, comentó Daniel Benchimol y el denominador común fue: ¿Cómo será el día despues de la pandemia en la industria editorial?
Pero entretanto ¿Qué hacer…? no olvidemos -subrayaron Celaya y Benchimol- que la avidez de los lectores sigue y acaso mucho más durante esta cuarentena. Es la gran oportunidad, afirmaron. El tiempo para leer es una dimensión única y no hay que desperdiciarla. O ¿acaso prefieren dejarlo todo a mano de las otras plataformas digitales que hoy compiten por ganar la atención del mundo en cuarentena (léase Netflix, HBO, etc)?
Javier Celaya (JC) dijo que independientemente de cuándo se abran las librerías, todos tenemos que entender que la gente entrará a esos lugares con mucho recelo como a cualquier otro espacio cerrado. En primer lugar serán las personas que leen mucho y que tienen una gran estima por esos espacios, quienes entrarán a comprar un libro, casi como un acto de fé. Y como la gente deseará seguir leyendo descubrirá que podrá comprar libros físicos a través del e-commerce, sea a través de librerías, sea a traés de plataformas editoriales y eso será bueno analizar.
Daniel Benchimol (DB) trazó un coincidente panorama desde este lado del Atlántico, a la vez que guió el diálogo y fue interrogando acerca de ¿cómo se comportan las plataformas digitales de los grupos editoriales? frente a lo que se estima serán -en pocos días- “dos meses de cierre total del negocio y eso significa prácticamente ingreso cero; algo muy dramático para quien no tenga ingresos que no sean físicos. Y como bien dice Javier Celaya, en cuanto se abra la cuarentena tendremos un proceso lento porque la gente no irá corriendo a las librerías; no será un típico rebote de la economía”.
Las ventas de ebooks y audiolibros no supera hasta aquí el 10 a 15% de los ingresos editoriales y la mejora no será inmediata. “Será al menos un año de lento repunte en el que las ventas digitales no van paliar las ventas que se tenian en papel; eso ya está perdido. Debemos entender que durante un año no habrá ferias o festivales para promover las ventas de libros. Por lo tanto tenemos que inventar un nuevo mundo en entornos de consumo a los que aún no dimos importancia. Tendremos que acercarnos a los lectores, fomentando la compra de contenidos digitales y enviarles luego el libro impreso”.
Daniel Benchimol observó que la planificación de una editorial tiene que estar hecha a 12 meses por lo menos. Entretanto ¿cuáles son las acciones que en el corto plazo podemos hacer? Allí se asiste a muchas iniciativas, creativas e interesantes. Entre ellas la de Penguin Random House, en España, promoviendo a las librerías, que son las que toman los pedidos mientras que la editorial se hace cargo del envio e incluso relizando otrass acciones como sorteos de promoción. (NdelaR: también se asiste a apertura gratuita de contenidos).
Javier Celaya citó el ejemplo anglosajón “donde los grandes grupos editoriales así como los editores independientes tienen en sus páginas web y plataformas de e-commerce, la oferta de libros físicos y digitales como algo absolutamente natural. En el mundo en español se ha malentendido y desde mi punto de vista va a ser muy necesario imitarlos porque, a falta del canal de venta tradicional que teníamos en las librerías, las editoriales tienen que seguir vendiendo y van a utilizar todo nuevo mecanismo para lograrlo. Sabiendo que la venta directa por parte de una editorial no supera por ahora un 10 o 15% de sus ventas, salvo editoriales muy especializadas o muy de nicho que pueden superar hasta el 50 o el 70% porque tienen por detrás una gran comunidad”.
Entre los hábitos editoriales que hoy llevan a otros enfoques “está la idea -observó Daniel Benchimol- de que si se adelanta la venta del libro digital, para cuando se lance en fisico va a perder ventas. Pero veo muy positivo largarlo en digital, porque atiende a su lector acerca de su libro y el entorno”. Reflexionó que si una editorial decide no publicar digital acaso quiere fomentar la relación con su librero pero no está comprendiendo al mercado, donde lo digital es muy demandado, por estar en nuestras casas avidos de nuevos conocimiento y el libro es un objeto iodeal de esa
Efectivamente -opinó JC- “la cadena de valor esta rota y hay que poner al lector en el centro. ¿Lo beneficia o no sacarlo en digital? Si postergamos no lo estamos beneficiando y tampoco al autor. Por lo tanto saca todas tus novedades en digital y mañana veremos cómo reacondicionaremos.” También observó que “en España Amazon tiene el 80% de la venta de libros y atento a ello, si se decide a vender los libros que tiene en digital o imprimir esos, será la que gane.”
La buena noticia de esta crisis es que las plataformas de libros digitales ven estos días una explosión de personas que antes leían solo en papel y hoy se acercan a lo digital (JC). Las plataformas han multiplicado por tres sus lectores dado que ahora hay otro tiempo para la lectura y muchos están ya cansados de Netflix o HBO.
Fundación Leer -que es gratuita en Argentina- acota DB tiene cada día unos 25000 chicos leyendo un promedio de 20 minutos y se asiste a un alza del 120% en las ventas de plataformas. Antes vendían 15 libros por día y ahora promedian 60 ventas por jornada. Conclusión: sin dejar el libro impreso, las editoriales tendrán que tener al menos un 40% de sus catálogos en digital. Al menos deben animarse a probar ¿cierto?
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