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Seguir leyendo //Es probable que los atascos en las carreteras en Argentina vuelvan rápidamente después de la crisis del coronavirus. El 81% de los ciudadanos argentinos están preocupados por el impacto medioambiental negativo que esto podría tener.
Frente a este aumento de la congestión, el mismo porcentaje de conductores están dispuestos a utilizar una aplicación de navegación a la hora de elegir su ruta. Sorprendentemente, a la hora de seleccionar un trayecto las consideraciones medioambientales no tienen la misma prioridad para los conductores.
Sin embargo, casi el 60% de los encuestados prefieren una ruta que garantice el menor tiempo en los desplazamientos. Estos son los resultados del “Índice Kapsch TrafficCom“. Una muestra representativa de la población compuesta por 1.000 ciudadanos fue encuestada para este estudio por un instituto de investigación de mercado en Argentina.
El uso inteligente de los dispositivos de navegación ofrece oportunidades para reducir la congestión de las carreteras y los atascos de tráfico. A su vez, esta tecnología podría ayudar a alcanzar otros objetivos deseables. Por ejemplo, los dispositivos de navegación podrían tener en cuenta en sus recomendaciones de ruta los impactos medioambientales, como las emisiones de CO2. Los resultados de la encuesta muestran que esto requeriría un cambio en el pensamiento general, aunque, en la actualidad, la mayoría de los conductores en Argentina consideran que el tiempo de desplazamiento más corto (57%) y el más recomendado (57 por ciento) es “importante” o “muy importante” a la hora de seleccionar una ruta. Solo el 46% de los encuestados considera que las rutas con menor impacto en el medio ambiente son “importantes” o “muy importantes”.
“Los navegadores inteligentes son una tecnología clave fundamental para reducir los atascos y la contaminación en las carreteras”, asegura Emilio Rivas, vicepresidente ejecutivo para LAM de Kapsch TrafficCom. “El deseo de los conductores de utilizar los instrumentos de navegación para acortar el tiempo de viaje debería ser tenido en cuenta por los planificadores públicos. El objetivo es ofrecer soluciones de gestión del tráfico digital que tengan en cuenta importantes objetivos sociales. La protección del medio ambiente es uno de estos objetivos importantes, que mejorará nuestra vida cotidiana.”
Por ejemplo, los sistemas de control semafórico, que se adaptan automáticamente a la situación actual del tráfico, ya han demostrado su eficacia. Estos sistemas de control de señales se han instalado en Madrid, donde se han reducido los atascos de tráfico en un 20%. El volumen de los atascos se reducirá aún más si los datos de los automóviles se vinculan a la red de control de tráfico. Al mismo tiempo, las emisiones de CO2 disminuirán y el flujo de tráfico podrá distribuirse de forma más uniforme en la red de carreteras a través de las recomendaciones de ruta.
“Si miramos hoy la ciudad de Buenos Aires, la situación a causa del coronavirus empuja a las autoridades a afrontar un nuevo reto en cuanto a la gestión del tráfico y la interpretación de los datos de tráfico. Desde el Centro de Gestión de la Movilidad se apoyan en la plataforma EcoTrafix para gestionar de forma óptima las infraestructuras de tráfico, verificar las decisiones y asesorar a los ciudadanos. Además, se están recogiendo muchos datos para mejorar la planificación una vez remita la crisis”.
“Estos ejemplos sugieren que la situación en las carreteras argentinas no tiene por qué seguir en niveles tan insatisfactorios como antes. Disponemos de las herramientas para resolver los desafíos y crear un camino más sostenible hacia un futuro mejor”, señala Emilio Rivas.
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