Google, una tribu donde impera la magia

Los googlers trabajan por objetivo, respetan a quien los
precede, pueden criticar al jefe y destinan hasta un 20% de su tiempo a divertirse

A la pregunta de: ¿Qué es Google?, Gonzalo Alonso responde: Una comunidad, una tribu
donde impera la magia.
Y para saber de esa magia un centenar de responsables de recursos humanos de las mayores compañías argentinas dedicaron una mañana
para escuchar a este mexicano a cargo de instalar en Buenos Aires la tercera gran central de Google en el mundo.

Entrevista a Gonzalo Alonso Este video requiere Quicktime Suscríbete a nuestro boletin

La realidad confirma que Google es una tribu, sí; una tribu que se ha expandido a todo el planeta.
Célebre al punto de estar en cada pantalla de PC y haberse transformado en una de las compañías con mayor valor de mercado -160 mil
millones de dólares, en Nasdaq-.
Emplea a unas 13000 personas en el mundo -a cada una de las cuales analizó y aprobó el cofundador Larry Page- y su cultura de trabajo
es tan peculiar que la revista Fortune señaló recientemente que Google es la mejor empresa para trabajar en Estados Unidos.
El proceso de ingreso a Google es largo y lleva un mínimo de 12 a 30 entrevistas, hasta tener el visto bueno final de Larry Page. Cada
nuevo miembro de Google es presentado por un empleado de Google y hasta recibe una bonificación por ello.
Gonzalo Alonso -director general de Google para Hispanoamérica- fue transmitiendo estos y otros innúmeros datos y tips acerca de lo
que él denominó la cultura -el ADN- de Google, durante la charla de hora y media que dio el miércoles 20 de junio en Buenos Aires.
Fue en el hotel Meliá, en un encuentro organizado por Bumeran y
Axis Group, denominado: "Talentos 2007: la visión de los
líderes sobre el desafío de las nuevas generaciones".
Que Google está constituido por las nuevas generaciones, no hay duda. En primer lugar porque la compañía fue creada apenas una década
atrás por Larry Page y Sergey Brin, por entonces estudiantes avanzados de la Universidad de Stanford.
Entre los que acompañan a Gonzalo Alonso, en Buenos Aires: el promedio de edad es de 23 años. Muy jóvenes, si -concede Alonso-; pero
con perfiles netamente destacados como: tener título profesional, hablar inglés fluidamente y contar con otros talentos personales.
Por ejemplo, se trata de jóvenes a quienes les gusten otras actividades más allá de su profesión de vida: escribir, hacer música, que
tengan pasiones. Jamás ingresará a Google aquel cuya primera pregunta sea: ¿cuanto ganaré? o ¿de cuánto será mi bonus?
En Google -señaló Gonzalo Alonso- hablamos de un ADN Google. Ese ADN se constituye de la cultura que caracteriza a Google. Es un ADN
que tratamos de conservar, más allá de que se enriquece de nuevos valores.
En Google hay una pagina que invita a todos a exponer sus ideas y las 10 mejores de cada mes son analizadas para llevarlas a la
práctica. Así surgieron iniciativas como la de dotar de conectividad wireless a San Francisco. O impulsar un auto ecológico…
En Google imperan Tres Consejos -dice Gonzalo Alonso- a) – innovar; b) – aprovechar el tiempo y c) – escuchar al empleado.
Es un ADN que alberga algo tan diverso como los modos de trabajar -donde la máxima es: siempre la excelencia-; hasta en la comida
-Google provee la comida a sus empleados- y también de programas de actividad física, deportes y mimos, como sesiones de masajes.
Siguiendo los hábitos de Gregor Mendel -pionero
en estudiar las leyes de la herencia-, quien se otorgó para si un tiempo diario para hacer aquello con lo cual disfrutaba -en su caso
investigar-; hasta un 20% del tiempo de un Googler será para divertirse.
Una vez a la semana -dice Gonzalo Alonso- voy en short a la oficina. Y los viernes al atardecer quienquiera puede tomar una cerveza de
las heladeras de Google. Siguiendo aquella enseñanza de Mendel, el regocijo personal ocupa un lugar importante.
Además del regocijo, acota que mantener cuerpo y mente en forma, es prioritario en Google. Google mima a sus empleados para obtener de
ellos lo mejor: su talento, dice Gonzalo.
El mensaje que se transmite a los Nooglers -como denominan a los nuevos empleados- es que les llevará de seis meses a un año de pasar
por el trasto digestivo de Google; vale decir impregnarse del ADN de Google. Ese ADN conjuga un decálogo que reza:
a – Google no es igual a ninguna otra compañía; aquí se innova.
b – Aquí tiramos a la perfección.
c – Todo lo que hacemos en Google es para nuestros clientes. Mientras más cuidemos esa relación, mejor nos irá.
d – En Google trabajamos mucho y nos gusta divertirnos (por eso -dice- voy en short una vez a la semana). Pero también sigo
convenciones y no me olvido de que hay un contexto para cada cosa (si debo ir a un encuentro de traje y corbata; pues voy de traje y
corbata, si señor).
e – Te contratamos porque eres un talento pero esperamos mucho de ti. La puerta de mi oficina está siempre abierta.
f – Tendemos a que Google sea siempre un campus universitario, emocionante y juvenil.
g – Honra y honor a tu pasado… Respeten a quien los precedió. Ese es el modo de pasar nuestro ADN.
Al interrogante de si ¿Ciertamente piensan emplear a 2000 personas en Argentina? Gonzalo Alonso responde: contrataremos a toda la
gente que sea necesaria…
Pero aclara que el tema de una sede con amplio espacio no parece ser fácil en Buenos Aires y por ello analiza mudarse de Puerto Madero
a sitios alternativos en el conurbano norte, Vicente López, por ejemplo.
Y acto seguido reitera aquello que manifestó en marzo último cuando llegó a Buenos Aires y explicó porqué Google se asienta en
Argentina: aquí abunda el talento, el espíritu emprendedor y es muy alta la calidad de la navegación de los internautas.
Sí, aquella tarde de fines de marzo, concedió que acaso también contara para esta radicación la baja relativa de costos argentinos;
pero estos son absolutamente temporales –dijo-. Los costos tienden generalmente a subir y esa no fue la razón para elegir
Argentina. Aquí hay mucho talento, subraya.
"Es que me cuesta muchísimo hablar bien de los argentinos -dice en una especie de defensa de sus convicciones-. Hay aquí un espíritu
crítico altamente negativo… Por naturaleza tengo tendencia a ser optimista, pero los argentinos son muy críticos de si mismos…"
Para sobrevivir a oscilaciones de tiempo y lugar, Google tiene en ese ADN su propia escala de valores:
* Respeto al usuario.
* Piensa en grande.
* Actúa con sentido de urgencia.
* Toma riesgos.
* Piensa y actúa como si fueras el dueño.
* Comunícate con todos de forma abierta. – No hagas radio pasillo – pregúntale al Gonzo (o sea: Gonzalo Alonso).
* Trata a todos en forma justa y con respeto.
* Esfuérzate por alcanzar la excelencia.
* Honra tus compromisos.
* Haz que tus clientes y usuarios amen a Google.
* Diviértete.
Gonzalo Alonso fue enfático al destacar la valía de los jóvenes locales. El pool de talentos de la Argentina es único y es la región
que más rápido ha crecido en el mundo.
Diez cosas que hemos encontrado en Google son verdad
– Enfócate en el usuario y te seguirá.
– Haz una cosa bien, pero bien, muy bien -no mil cosas-.
– Rápido es mejor que lento. Hazlo rápido, hazlo bien.
– La democracia en la red, funciona. Es bueno escuchar opiniones. No tener miedo a la retroalimentación.
– No necesitas estar en tu escritorio, nada de horas/nalgas; pero si lo necesario para estar en contacto con tu cliente.
– En Google puedes hacer dinero sin pactos con el diablo, sino con transparencia, con lógica y con razón. En Google podemos hacer
negocios sin lastimar a nadie.
– Siempre afuera hay más información. Por ello: reúne toda la información para tomar tu decisión.
– Estamos en todas partes. En Puerto Madero se atienden a 17 países.
– Necesitamos más; necesitamos la perfección.
Google abre sede en Buenos
Aires