La oposición descree que existe

Image
De Domingo a Domingo – Columna de Análisis Político Semanal de Hugo
Grimaldi*


A seis semanas de distancia en la cuenta regresiva, el gobierno nacional se imagina a si
mismo dentro de una trinchera cavada en un angosto desfiladero por donde no ha tenido más remedio que pasar, respondiendo de modo
incansable, fusil en ristre, a ataques que le llegan desde todos los flancos.
El escenario de la película está más que claro, ya que al oficialismo le llueven desde hace algunos meses, y cada vez con mayor
velocidad, denuncias de corrupción, reparos hacia el Presupuesto, críticas por el creciente proceso inflacionario, la irresuelta
crisis energética o la magra inserción internacional de la Argentina, los problemas de Santa Cruz y hasta dardos peyorativos
destinados al excesivo maquillaje de la Primera Dama.
Le aparecen además internas venenosas (Jefatura de Gabinete vs De Vido-Moreno; Cancillería vs Medio Ambiente; Policía de Seguridad
Aeroportuaria vs Aduana) y ahora, también, alusiones concretas de la oposición dirigidas a prevenir o a instalar, depende desde donde
se observe la cuestión, el escenario de un posible fraude electoral, con la presencia de veedores internacionales.
Más allá de la natural paranoia de los habitantes de la Casa Rosada, que los tiempos electorales han potenciado, la estrategia es que
todo debe contestarse en clave de victimización. El argumento es sencillo: “nos atacan porque hay elecciones, porque no tienen
propuestas y porque representan los intereses del pasado” y la frase y sus variantes se usan de igual modo para replicar cuestiones
banales o para desviar la atención sobre aquellas otras situaciones en las que al Gobierno no debería tener más remedio que reconocer
sus errores o responsabilidades. En este aspecto, como cruzados, cuando hablan los funcionarios o los candidatos del oficialismo, todo
se plantea como operaciones de la oposición a las que hay que desbaratar.
Pero bien vale preguntarse si el enemigo es de cuidado o si se trata de escobas con peluca, una gran ficción de todos los actores,
destinada a alimentar a los medios y a justificar a los políticos. La gran duda a develar es si los que le rodean la manzana a Néstor
Kirchner y señora son gurkas dispuestos a saltar dentro de las zanjas con ánimo de despellejarlos o apenas unos gatitos que se
conforman con soltar un rugido de vez en cuando. Es paradójico, porque es la oposición la que se ha creído primero que nadie el
argumento que echó a rodar por el Gobierno (“la oposición no existe”) y es el oficialismo, que fue quien ha instalado el sonsonete, el
que hace como que le responde.
Mientras tanto, la sociedad observa impávida, sin movilizarse hasta ahora más allá de las tenidas de familia o entre amigos, un
proceso electoral que le suena a trámite, sobre todo porque amplias capas de la clase media parecen más que conformes con la situación
actual. Entre las frases más escuchadas, sobre todo entre las mujeres, por ahora se dice “Cristina no me gusta…”, pero inmediatamente,
ante la falta de propuestas más seductoras, se la complementa con un “¿… pero, a quién voy a votar?”.
No obstante, la falta de confianza en las encuestas aún no permite hacer una proyección exacta de posibilidades para cada uno de los
candidatos con mayores chances y todo se limita a la observación de los movimientos de cada uno de los actores. La senadora Kirchner
habla poco, evita referirse a los problemas concretos de la gente y propone estadios superadores propios de sectores afectos a la
intelectualidad. Pero apunta al exterior para instalarse en círculos internacionales ya como presidenta de los argentinos y para
convencer a los inversores de que ella será diferente a su marido. En tanto, algunos opositores sólo se muestran para soltar globos,
caminar por basurales o denunciar el precio de los zapallitos.
Por su parte, el radicalismo no termina de acomodar sus propias divisiones y ni siquiera puede cohesionar esos desgajamientos detrás
de los nuevos referentes, a quienes ni siquiera logran convencer sobre que aún conservan alguna potencialidad. Por ejemplo, a Julio
Cobos, el gobernador mendocino desterrado de la UCR, quien será el acompañante de fórmula de Cristina sólo le han asignado un
cuasidenigrante rol de chaperón, ya que en campaña todo debe girar en derredor de la candidata, le han dicho.
Casi como una antigüedad propia del partido de Leandro N. Alem, desde hace semanas Cobos se ha desgañitado pidiendo una “plataforma
política” que sume sus ideas a las del matrimonio presidencial y además presencia de los radicales K en el futuro gabinete o aún mayor
participación en la campaña, pero invariablemente se lo ignora, salvo cuando no hay más remedio.
Desde otra vereda, la oficial de la UCR, otro que está bastante molesto con sus actuales socios electorales es Gerardo Morales, el
vicepresidente de Roberto Lavagna, quien más allá de los problemas que le ha traído la aún irresuelta elección en el Chaco, no las
tiene todas consigo con el equipo del candidato, adonde dejan trascender que se ningunea bastante al radicalismo y parece que impera
la soberbia, sobre todo entre los colaboradores del ex ministro.
Más allá de la publicidad que logró por el patoterismo de las agresiones, lo que Ricardo López Murphy, otro ex radical, caracterizó
como “moyanocracia” en solidaridad con Lavagna, justamente un peronista otrora colaborador de Raúl Alfonsín, el episodio de la
estación Avellaneda, donde el candidato presidencial de UNA dejó solo en medio de una horda de sindicalistas a Ricardo Alfonsín,
parece que colmó la paciencia de algunos aliados radicales del sector, molestos por la preferencia lavagnista por el sello del PJ.
A Margarita Stoltbizer, radical disidente, ni “K” ni de la conducción oficial, que va por la gobernación de Buenos Aires, tampoco le
cae del todo bien su propia adscripción a la Coalición Cívica, ya que después de varios tironeos, aunque aún el final está abierto,
logró desplazar en primera instancia al candidato a vicegobernador que le había impuesto Elisa Carrió, quien también militó en la UCR,
por otro correligionario, el ex intendente radical de Bahía Blanca, Jaime Linares.
El desapego por las formas que muestra el Gobierno y del que Cobos es hoy víctima notoria fue expuesto de modo cruel hace un par de
días por Daniel Katz, el intendente de Mar del Plata, también radical colaboracionista, de quien se dice que será ministro de
Infrestructura de Daniel Scioli, en una eventual gobernación bonaerense del actual vicepresidente.
Katz dijo que en su opinión el Gobierno no tiene “un manejo adecuado” de las cuestiones institucionales, ya que carece de “respeto y
diálogo”. Y tampoco se privó de pegarle desde la economía, refiriendo críticamente que la administración Kirchner tiene algunos
prejuicios en materia económica, como es el caso de su relación con el agro, sobe todo por el lado de la imposición de retenciones.
En cuanto al papel del gobernador de Mendoza, a quien pareció defender el marplatense, ni siquiera fueron tomadas en cuenta sus
referencias críticas a las mediciones de la inflación, como un alerta de peso para que reparen en su presencia, en un tema que resulta
más que sensible para el Gobierno, ya que sabe que es su talón de Aquiles.
Sobre tan espinosa cuestión, el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sin considerar siquiera lo que han manifestado al respecto gente
de su propio palo, como Hugo Moyano, Hebe de Bonafini o aún Cobos, y hasta en otro sentido la advertencia de Martín Redrado, fue
ejemplo fiel de la estrategia de campaña de invertir siempre la carga de la prueba, ya que dijo en la semana que si los opositores y
los medios repiten hasta el cansancio que el INDEC es una gran fábrica de mentiras, eso significa agregarle nafta a las expectativas
inflacionarias.
Sin dramatizar, y aunque no trascendió demasiado, los bancos extranjeros también han sumado lo suyo en materia de críticas a la
inflación y describieron el fenómeno como el gran limitante local de las turbulencias financieras internacionales. “Más tarde o más
temprano, impactará en las tasas de interés y en el costo del crédito”, señalaron los banqueros en un extenso análisis que marcó una
vez más las contradicciones entre el discurso del Gobierno y los documentos que él mismo produce.
Así ha sido el caso del tan controvertido Presupuesto 2008, donde se mencionan sin tapujos gastos extraordinarios para atender
derivaciones de la crisis energética que siempre se negó o el Informe de Bancos que el BCRA dio a conocer el miércoles, mientras el
presidente Kirchner, en línea con endilgarle todo a cuestiones electorales, acaba de decir que los bancos siguen “sin entender” que
las tasas “tienen que bajar”.
Detrás de esta puja entre el sector financiero y el Presidente, desde esferas oficiales se hizo correr hace unos días la versión, que
algunos repìtieron como loros, que las tasas de interés habían subido localmente en el medio de la crisis y que los créditos se habían
estancado, porque que los bancos estaban guardando fondos para ayudar (sic) a sus casas matrices.
No obstante, no sólo no se verificó que no hubo ninguna salida de dólares de envergadura, sino que hasta el mismísimo Central en ese
informe mensual de evaluación sobre el sistema financiero indicó que los créditos al público habían aumentado durante agosto 3,4 por
ciento, pese a la suba de tasas que el mercado aplicó para quedarse líquido, y que acumulaban 39% de suba durante el año.
Sin tanta pasión por los hechos domésticos, ahora Kirchner emprende una movida crucial para la Argentina, en lo que será el broche
internacional de su presidencia. Tan delicado será el tono de la referencia que probablemente haga el martes en su discurso en las
Naciones Unidas al atentado a la AMIA y a la responsabilidad de Irán en el mismo que debería haber sido, al menos, objeto de una
charla con todos los candidatos, que nadie ofreció, pero que tampoco nadie pidió. ¿Habrá alguien afuera

admin
21 septiembre, 2007

¿Qué esperan los consumidores para este 2021?

La pandemia trajo cambios de hábitos contundentes en los consumidores, principalmente a raíz de estrictas restricciones de movilidad Hubo …

Seguir leyendo //

Videojuegos, LEGO y K-pop lideran las búsquedas de los niños antes de Navidad

Con la Navidad en puerta, todo el mundo se prepara para el gran día Teniendo en cuenta que las …

Seguir leyendo //

La compañía de alimentos Molinos Río de la Plata crece con tecnología SAP

Molinos Río de la Plata apoya sus planes de crecimiento y transformación digital con tecnología SAP La reconocida compañía …

Seguir leyendo //

En una velada virtual, los Premios Sadosky 2020 galardonaron al mundo tecnológico emprendedor

La industria del software vivió su jornada de celebración en la 16ta edición de los Premios Sadosky, la iniciativa …

Seguir leyendo //