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Seguir leyendo //“Llegamos al gobierno con un plan: promover al crecimiento de las empresas, esto es apoyar al débil que quiere dejar de serlo, sino sería asistencialismo y lejos de ello queremos empresas que crezcan”, dice Carlos Pallotti, subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos.
En diálogo con Portinos, Carlos Pallotti explicó que “previo a llegar a la función pública, habíamos estado trabajando en un plan –se refiere a los estudios realizados a través de Fundación Clementina– que, lógicamente hubo que compatibilizarlo con el masterplan que se venia haciendo en Fundación Pensar, atento a una mirada genérica de la economía. Pero hay un plan y es el que estamos implementando”.
Pallotti inició así este diálogo con Portinos: estamos desarrollando la economía de los servicios basados en el conocimiento (SBC) y el plan que estamos ejecutando se basa en cuatro pilares:
Desarrollar más industrias y crear más empleo para que las empresas crezcan y se consoliden.
Desarrollar herramientas de financiamiento para que las empresas puedan tener el flujo para crecer.
Impulsar programas de formación de los recursos humanos que necesitan las empresas para crecer.
Y, cuarto: hacer un desarrollo regional para que esta economía e industria del conocimiento se instale en la Argentina y se desparrame.
P: ¿Cómo es ese plan en el territorio argentino?
Ese es el mapa de la red argentina interconectada argentina –dice Pallotti mientras señala una de las paredes de su oficina en el ministerio de la Producción- que muestra la fibra óptica desplegada para que las empresas puedan vincularse con el mundo.
Sobre el mapa de la actual conectividad, estamos trazando el mapa del desarrollo productivo y del conocimiento argentino, a fin de identificar claramente dónde tenemos capacidad y desarrollos.
Si miramos el mapa regional argentino tenemos cuatro estadios o tipos de centros productivos. El primero de esos estadios lo constituyen aquellos que hoy están jugando en ligas mundiales. Porque en el mundo –reflexiona-, muchas veces no compiten los países sino las regiones, las ciudades. O sea: no es que compite Chile, sino Santiago. En México compite Guadalajara, México DF y Monterrey…
Y en Argentina compiten Buenos Aires y Córdoba, que también está en los reportes mundiales. Hoy Córdoba debe tener aproximadamente unas 7000 personas trabajando en la economía del conocimiento.
El segundo grupo son los enclaves productivos que van en proceso de concentración y crecimiento que les permitirá pronto llegar a jugar en esas ligas mundiales y que son, básicamente: Bariloche, que es de menor tamaño pero muy especializado, Mendoza, Tucumán, Rosario, el eje Paraná-Santa Fé y el eje Tandil-Mar del Plata.
Luego están los enclaves productivos que vienen avanzando, como La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata, Rio Cuarto, San Luis, Resistencia, Rafaela, Corrientes y otros varios.
Y después tenemos lugares donde hay universidades o centros educativos destacados o bien empresas dinámicas, pero que aún no lograron un nivel asociativo, como ser Misiones, Salta, Santiago del Estero y ciudades como Puerto Madryn.
En esos desarrollos regionales, la tarea es comenzar a dotar de capacidades a estas localizaciones.
Ejemplo, Misiones, la facultad de ciencias exactas está en Apóstoles, pero allí no hay empleo. En Posadas hay una universidad privada. Y, en Oberá, hay una facultad de ingeniería donde enseñan electrónica, pero no hay empleo en empresas de software..
P: ¿Cómo se genera una política de empleo?
Efectivamente la pregunta es: ¿cómo generamos empleo? ¿cómo hacemos que tengan conectividad? Porque para que haya empresas tenemos que gestionarles condiciones tales como conectividad, redundancia y espacios físicos donde se instalen.
En otros casos tenemos que ver: ¿Hay capacidad docente? ¿Hay capacidad de generar conocimiento o tenemos que reforzarla? Por otro lado: ¿Hay leyes que promuevan? o mejor dicho ¿Hay gobiernos interesados en promoverlos?
Tratando de avanzar sobre estos problemas, empezamos a trabajar con Corrientes, Misiones, Salta, el eje Santa Fe / Paraná, Tucumán, algunas ciudades del interior de Córdoba como San Francisco y Río Cuarto. Y el eje Tandil / Mar del Plata. Luego iremos avanzando a otras provincias o ciudades como Formosa, Neuquén y San Juan.
¿Con quienes estamos realizando y qué recursos tenemos? Bien, contamos con una partida del BID, créditos del BICE y fondos propios, nos venimos reuniendo con empresas -y entidades empresarias cuando las hay- y universidades y gobiernos.
Los juntamos a todos y planteamos: hagamos un análisis de las debilidades y fortalezas; veamos dónde tenemos los problemas y después definamos qué hacer -sea destinar un espacio físico, capacitación para emprendedores, mirar la conectividad por ancho de banda y redundancia -o sea que haya más de una conexión-; y esto es lo que estamos haciendo.
El paso siguiente es verificar si el ecosistema local tiene capacidad por si mismo para seguir creciendo o hace falta atraer empresas más grandes que tengan capacidad para instalarse en esa zona.
Cada región se caracteriza por un tipo de producción y no basta con llegar con conectividad para solucionar todo. Los interrogantes lógicos son ¿cómo le damos masa crítica? ¿Tienen intrínsecamente capacidad para seguir creciendo? Y si no la tienen ¿cómo las ayudamos? ¿Cuál es el esfuerzo adecuado para acompañar ese crecimiento?
El segundo aspecto que estamos mirando, que será la fase 2 de este crecimiento, es si le podemos dar foco en algunos temas a cada uno de estos enclaves productivos. ¿En qué van a ser buenas cada una de estas regiones? En algunos pueden estar ligados con la economía regional o con un ámbito tecnológico. Pero no pretendemos que que todas las empresas van a trabajar en esos temas estratégicos pero si que trataremos de generar la masa crítica para convertir dicho lugar en un sitio de excelencia en ese tema.
Veamos este ejemplo: en Córdoba está instalado Intel Software con un skill muy alto en software de seguridad que ellos desarrollan para una de sus unidades corporativas -McAfee-. Ellos y otras empresas que están trabajando en Córdoba, parecería delinear que Córdoba puede ser un buen lugar para que uno de sus ejes sea, precisamente, la seguridad. Ahí tenemos un ámbito tecnológico.
Si miramos Mendoza, bueno allí estamos en un ámbito vitivinícola donde sin duda que uno de los focos debe estar ligado a la industria de vino.
Si miramos otras regiones, por ejemplo Bahía Blanca, donde la química y petroquímica tienen un bien ganado un lugar, pero que quizá no sea el único porque también pueden existir otros nichos regionales.
En lugar de promover empresas que pueden ser fagocitadas por otras que ingresen con ímpetu en esas regiones, tratamos de ayudarlas a que refuercen sus habilidades o bien se reconviertan aprovechando sus cualidades.
Queremos que crezcan; el esfuerzo más grande es que ganen músculo y crezcan, porque sin tamaño (tanto cuanti como cualitativamente) no podrán ganar un lugar de mercado.
P: ¿Y en una siguiente etapa?
Vamos a la especialización. Hemos hablado con el CONICET, con el MinCyt, con el INTI y otros organismos para promover que haya laboratorios que apoyen a esas industrias regionales; también para que haya instrumentos de otros ministerios y otros laboratorios que contribuyan a generar la masa crítica necesaria para que las empresas sigan creciendo.
Como ha pasado en Bariloche… Allí estaba el Centro Atómico Bariloche, el Instituto Balseiro y después surgió el Invap y detrás de ellos se armó toda una red de proveedores, consultoras e industrias que hacen distintas partes, que formaron un conglomerado con un foco.
P: En Políticas de gestión ¿Hay un organismo monitoreando estas iniciativas y estrategias?
En lo macro sí, a través de la Jefatura de Gabinete, de Presidencia. Hay un marco de planificación donde todos resumimos nuestros planes y se van conceptuando. Por ejemplo el Plan Belgrano, nace de ese tipo de planes, donde todos aportaron sus visiones. En lo micro, son más que nada acuerdos entre las dependencias del Estado. Porque es muy difícil en un Estado tan grande y una nación tan compleja tener un solo órgano de planeamiento que se vaya encargando de lo que se planea en todos lados hasta el último detalle.
Pero allí donde se tienen que articular relaciones horizontales, por ejemplo vamos juntos con la secretaría de Comunicaciones a un lugar, para armonizar que lo que es tu mapa de conectividad sea mi mapa de productividad. Pero no voy a instalar empresas donde no las hay.
P: ¿Cómo se asegura la transparencia?
Todos nuestros actos deben ser transparentes y abiertos a la vista de todos, con lo cual hay una clara definición desde el inicio. Nuestros planes son claros, no tenemos áreas reservadas, todo es totalmente abierto y todos los programas tienen estado público.
P: ¿Cuál el criterio ético con el que se definen los planes?
Hacer tal o cual cosa tiene que estar debidamente avalada y siempre hay una tensión, atento a que el Estado va de abajo hacia arriba y tenemos que proteger al más débil. Nuestros planes de desarrollo regional no son para proteger a grandes empresas sino a las pequeñas empresas nacionales.
Las grandes empresas, si se quieren establecer en tal o cual lugar de la República va y contrata o instala la fibra óptica allí y se terminó. No necesita que vaya el Estado nacional para hacerlo. Si su problema es tener un espacio físico, va y construye un edificio, tiene recursos propios para hacerlo. Lo va a poner en su plan de negocios y, si le cierra el plan de negocios, va y lo hace.
Ahora, el crecimiento no es asistencialismo –subraya Pallotti- y ahí es donde ponemos el acento, porque sino sería el contrasentido de promover al más débil que no quiere dejar de ser débil.
Veamos sino el ejemplo de la Ley del Software. El Estado da hace años una serie de beneficios, pero el empresario tiene que cumplir con una serie de requisitos. Tiene que producir con ajuste a ciertas normas de calidad, tiene que exportar, tiene que dar empleo en blanco. O sea, no es para cualquiera, sino para quien tiene una estructura sólida.
Pero bien ¿Qué pasa con quienes están más abajo de esos niveles de estructura? Esos más chiquitos a quienes les piden certificar una norma de calidad y son estructuras pequeñas, pongamos por caso de tres personas… Tienen que trabajar las tres y cuando se cambia una, se fue al diablo la certificación… ¿Cómo hace investigación y desarrollo esa pequeña empresa? ¿Cómo exporta? Indudablemente está en inferioridad de condiciones para acceder a esa ley (del software)…
Bueno, precisamente para favorecer ese tránsito sacamos recientemente la Ley PreSoft, que plantea que para todas esas minipymes que no llegan a alcanzar el nivel de requisitos que fija la Ley de Software, les vamos a dar por un lapso de dos años un beneficio equivalente a la Ley, que es mas o menos lo que recibe una empresa de software por cada empleado que tenga registrado. Pero no se lo vamos a dar a todas. Nosotros abrimos la convocatoria y les decimos: cuéntennos cómo lo van a hacer y detallen cómo se van a ampliar, porque el objetivo es que te voy a ayudar por dos años para que ingreses a los beneficios de la Ley del Software. Ahora, si vos querés seguir como siempre, no hay problemas, te vamos a ayudar por otro lado -como la SePyMe-; ahora esto es para otra cosa; esto es para que crezcas. No te vamos a llevar de la mano todo el tiempo. Te vamos ayudar pero vos tenés que tener voluntad de crecer, de llegar. Te queremos ver entrenando todos los días. Te facilitaremos recursos para que contrates un personal trainer, para que puedas llegar a tu mejor estado y comprar todo el equipamiento necesario para que puedas correr, pero vos tenés que correr. Y el año que viene me tenés que demostrar que si antes hacías los 100 metros en 13 segundos, el año que viene tenés que hacerlo en 12″ porque si no ¿Acaso el Estado te va a tener que subsidiar in eternum porque vos vas a decir: yo no tengo mercado?
Nosotros tenemos que ir a ayudar al chico, sin dejar de lado al grande; porque tampoco se desarrollaría la Argentina si no tenemos una industria pesada, por decirlo de una manera llana y directa, porque también necesitamos de la gran industria. Pero es el pequeño el que necesita más asistencia, necesita financiamiento, necesita cuidarlo y se trata de ayudarlo un poco más. Ahora, a ese que queremos cuidar, nos tiene que demostrar que tiene voluntad, no que se va a amparar en el asistencialismo.
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