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Seguir leyendo //Así como rendimos homenaje a un artista que nos conmovió, los hacedores reverencian a estas horas a un alemán que partió días atrás y que tanto ayudó a millones en tareas hogareñas y hasta en las grandes obras: ese fue Artur Fischer.
Los hacedores, los makers, los amantes del bricolaje, los carpinteros que pugnamos por erigir nuestros propias obras de amor hogareño, le dedicamos una ronda de mates, en honor a su eficaz ayuda.
Artur Fischer nació y vivió por 96 años en la Selva Negra. Inicialmente de profesión cerrajero, hasta que concluida la Segunda Guerra creó el primero de sus grandes inventos: el flash, coordinado a las cámaras de fotos.
Quería perpetuar en una foto un momento en la vida de su hija, pero la luz era escasa y esa fue entonces la valla que debería superar y creó el bulbo que disparaba el flash al oprimir el botón de la cámara.
Artur tenía por entonces 28 años. Eso fue en 1947 y Afga compró su invento y lo usamos hasta hoy, con las miles de variantes que la electrónica luego puso en cada dispositivo. Un año después el gran hacedor creó su propia compañía, la Fischerwerke,
Y en 1958 la necesidad lo llevó a crear el célebre taco de fijación Fischer (léase tarugos plásticos, por estas costas australes). ¿Cuál necesidad? Simple: ¿Cómo meter un tornillo en una pared de cemento sin que quede bailando o ceda a las presiones sino existiera el taco Fischer?
Una madera abraza al tornillo que la hiende, pero los cuerpos duros, imposible si no hubiera surgido ese fantástico anclaje para fijar estructuras. Dificilmente hoy haya punto alguno en hogares, edificios o estructuras que carezcan de ellos.
Desde amantes del bricolage a un universo amplísimo, incluidos los arquitectos que diseñaron y realizaron los más altos rascacielos de Dubai, se han servido del taco Fischer y se estima que cada día se fabrican en el mundo 14 millones de esos tarugos plásticos de fijación.
Esos dos inventos tan exitosos consolidaron la compañía que Fischer creó en su tranquilo poblado natal de Waldachtal, en la que logró dar empleo a más de 4 millares de seres. Fischer Group es hoy una corporación global, con 40 filiales en 32 países y una facturación que supera los 600 millones de euros.
Se afirma que Artur Fischer, con 110 invenciones patentadas, superó a Tomas Alva Edison. La oficina de patentes europea lo premió dos años atrás precisamente por su trayectoria de vida como inventor.
Artur Fischer había nacido el 31 de diciembre de 1919 y dicen que su madre incentivó esa pasión creadora, regalándole un set de construcción Märklín (foto), un meccano antecesor al Lego, de piezas metáticas, que permitía armar casas, barcos, vías y otros artificios. Con el tiempo armó su propio set FischerTechnik.
Murió el miércoles 27 de enero y fue sepultado en Waldachtal en una ceremonia intima y hace pocos días la familia comunicó la noticia.
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