Enjuician a 20 grandes
Las discográficas y los artistas se unen para combatir la copia ilegal de música por
Internet, un fenómeno que supera al que sucede ante las narices mismas de los policías de la Federal Argentina.
Quien salga ahora mismo a la calle podrá ver a los vendedores de música y videos ofreciendo sus copias ilegales en los puntos de más
tránsito de Buenos Aires, como la peatonal Florida, las estaciones de subtes, de trenes y algunos parques metropolitanos.
Pero la gran piratería está en Internet y, curiosamente, ejercitada por jóvenes de clase alta. Un fenómeno que -afirma la Cámara
Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF)- resta ventas de 400 millones de discos al año. Con la consiguiente
pérdida de derechos para los artistas -autores y ejecutantes-.
Como parte de una acción global contra la piratería se realizó una presentación en el Centro Cultural Recoleta, en el que la
anfitriona fue Stella Puente, subsecretaria de Gestión e Industrias Culturales, de la ciudad de Buenos Aires, quien expresó: “buscamos
que el sector de las industrias culturales se termine de conformar y sea visualizado como un sector productivo?.
En la Ciudad de Buenos Aires, estas actividades culturales aportan el 6% de la producción y el 4% del empleo. Señaló que las
industrias culturales se equiparan a las industrias de productos alimenticios y de bebidas; superan el producto de la industria
automotriz 5 veces y al de la industria textil 7 veces. Y de allí el objetivo de proteger la labor de los creadores, señaló Stella
Puente.
Gabriel Salcedo, director ejecutivo de CAPIF y Jorge Nicosia, gerente de proyectos internacionales de Grupo Cuore Consumer Research
(CCR), aportaron los datos que ponen de relieve el enorme perjuicio económico de la piratería ilegal en la Argentina y el mundo.
Nicosia expuso una investigación de mercado realizada por CCR, sobre la base de 700 encuestas en los principales núcleos urbanos de la
Argentina, que pone de relieve que:
* El 75% de los consumidores de música tienen acceso a Internet.
* El perfil predominante de los usuarios de servicios peer-to-peer es jóvenes de menos de 24 años de nivel socioeconómico alto y medio
alto.
* La descarga de música ilegal no es un fenómeno de los sectores de bajos recursos. Sólo un 6% de los usuarios de servicios
peer-to-peer son de nivel socioeconómico bajo.
* Las conexiones de banda ancha crecieron entre los consumidores de música. La cifra llegó al 51% contra un 26% del año anterior
(2004).
* Del total de consumidores de música que tienen acceso a internet, el 39% declara que descarga música de Internet. En el año 2004,
esta cifra había sido del 24%.
* Kazaa sigue siendo el software más utilizado para descargar música de Internet. No obstante su uso decreció marcadamente hasta el
45% (contra un 69% del año anterior). El uso de otras plataformas peer-to-peer creció mucho. Por ejemplo: E-Mule, Ares, Bearshare.
* Los jóvenes de menos de 24 años son más proclives a descargar las novedades o los discos lanzados recientemente. Entre los mayores
de 25 predomina la descarga de música de catálogo.
* Es muy marcada la preferencia a descargar canciones sueltas y no álbumes completos.
* Durante el año 2004, en Argentina se descargaban 9 canciones por semana por hogar. En 2005, esa cifra creció a 22 canciones bajadas
por semana por hogar.
* Los argentinos descargan 412 millones de canciones por año. Esta cifra se duplicó con respecto al año pasado.
* 412 millones de canciones bajadas de Internet por año, equivalen a 31 millones de discos. Como comparación, basta señalar que en
Argentina se venden legalmente 14 millones de discos por año.
* 7 de cada 10 personas son conscientes de que la piratería de música daña a los creadores y los artistas.
* 4 de cada 10 downloaders son conscientes de que el intercambio de archivos de música no autorizado es ilegal.
Claxson, InfoBAE, Musimundo y otros abren
tiendas musicales on line