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Mensaje de José Pablo Abriata en el 57 aniversario de la Comisión Nacional de
Energía Atómica
En el Día Nacional de la Energía Atómica y 57º Aniversario de la creación de la
CNEA, el presidente de esta comisión, ingeniero José Pablo Abriata, se expresó en estos términos:
El tiempo parece haber pasado muy rápidamente desde esta misma celebración, hace un año, en mayo del 2006. Sin embargo, una serie de
acontecimientos importantes y positivos han ocurrido durante este año en el ámbito nuclear, todos ellos originados, de una u otra
manera, en la decisión estratégica tomada desde el comienzo por el actual Gobierno Nacional, de respaldar la opción nuclear para
nuestro país.
Este respaldo transformó la actividad nuclear en la Argentina y le dio nueva vida, alcanzando su punto culminante 9 meses atrás cuando
el 23 de agosto del 2006 el Señor Presidente de la Nación y el Señor Ministro de Planificación anunciaron formalmente en la Casa
Rosada la reactivación del área nuclear.
Este anuncio constituye la definición de la Política de Estado para la actividad nuclear.
De acuerdo con ello, el Sector Nuclear Argentino se encuentra hoy trabajando en la concreción de los objetivos formulados, alcanzando
progresivamente las metas establecidas.
En su esfuerzo por acompañar esta decisión del Gobierno Nacional, el Sector Nuclear Argentino, y muy en particular la CNEA, se
ocuparon de recuperarse lo más pronto posible de los daños que le fueran ocasionados durante la década de los 90, años signados por la
parálisis del sector, y plagados de decisiones incorrectas, tal como fue, por ejemplo, la injustificada suspensión, lisa y llana, de
la minería del uranio en nuestro país. Un muy grave error de muy graves consecuencias.
En particular, como órgano de investigación y desarrollo del Sector Nuclear Argentino, la CNEA resultó severamente dañada durante la
década del 90, abandonada, transferida de una dependencia a otra, maliciosamente eliminados sus objetivos primarios y, para completar
el cuadro, acusada de inacción o ineficiencia. Una acusación que aun hoy, tal vez por costumbre, todavía escuchamos de tanto en tanto,
hecho que los trabajadores de esta Institución rechazan y lamentan.
La reactivación producida con el continuo apoyo del Presidente de la Nación Dr. Néstor Kirchner al Sector Nuclear Argentino, ha sido
el motor de una serie de acciones muy positivas, las cuales ya comenzaron a dar su fruto.
Entre ellas podemos mencionar
la intensificación de las tareas de construcción de la Central Atucha II,
el planeamiento de la extensión de vida de Embalse,
los estudios relacionados con la cuarta central,
la puesta en valor del reactor argentino CAREM,
la decisión de reactivar la planta de enriquecimiento de Pilcaniyeu,
la inauguración del reactor OPAL en Australia,
la creación del Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson, que funciona en el Centro Atómico Ezeiza ya con las maestrías de
radioquímica y de reactores nucleares,
la expansión curricular hacia temas nucleares concretos de los institutos Balseiro y Sábato,
la interacción de CNEA con NASA en temas relevantes tanto a las centrales en operación como a Atucha II,
diversos emprendimientos de cooperación internacional con el OIEA,
la formación, selección e incorporación de recursos humanos,
la fabricación de radioisótopos y radiofármacos en el Centro Atómico Ezeiza,
la conversión del núcleo del RI RA-6 (CAB) a bajo enriquecimiento,
la prospección de nuevos posibles yacimientos de uranio,
la gestión del PRAMU, y
el afianzamiento de las empresas ligadas a CNEA (CONUAR, FAE, ENSI, DIOXITEK, INVAP).
En este último punto cabe mencionar que la CNEA no tiene todas las facilidades operativas de una empresa, y por ello, las empresas
asociadas a CNEA son el complemento necesario para ayudarle a ejecutar más rápida y más específicamente los proyectos que le son
requeridos por el Gobierno Nacional.
Continuando con las acciones realizadas, tenemos en el área de la tecnología de la medicina nuclear la reciente inauguración por el
Presidente de la Nación Dr. Néstor Kirchner del Centro de Diagnóstico Nuclear, resultado de una fructífera alianza entre la CNEA y la
FUESMEN, y además, el anuncio hecho en esa ocasión por parte del Señor Presidente del lanzamiento del proyecto del Instituto Nacional
del Cáncer, que se realizará con la activa participación de la CNEA.
Los trabajadores del Sector Nuclear Argentino hemos recibido así una inyección de optimismo y de recreados deseos de seguir trabajando
y caminando hacia delante.
Todos estamos involucrados en este proceso de enorme y positivo crecimiento. Y al mismo nos debemos.
Avizoramos la consolidación del Sector Nuclear Argentino y la posibilidad de perfeccionar la realización personal de todos sus
integrantes, cada uno en su tarea, dando un genuino sentido orgánico y una clara motivación a cada trabajador.
De esta manera, el proceso de reactivación de la actividad nuclear conducido por el Señor Presidente Dr. Néstor Kirchner tiene un
conjunto de consecuencias positivas de largo alcance, que llegan a toda la población de nuestro país, la cual en su vasta mayoría se
enorgullece de su Sector Nuclear y se entusiasma con sus posibilidades productivas.
En la lista anterior varias otras acciones han quedado en el tintero. Pero no quiero dejar de mencionar una que concierne en
particular a la CNEA, el Decreto 1612 de noviembre del 2006, donde se establece una nueva estructura orgánica. Esta estructura
orgánica no es una mera cuestión administrativa. Por el contrario, es una herramienta poderosa, que puede sin embargo pasar
inadvertida en una primera lectura. El reciente Decreto 1612 elimina la anterior organización de la CNEA, que fuera en su momento
cuidadosamente establecida por sitios geográficos cuasi-autónomos, que impedían en la práctica la posibilidad de una mínima conducción
global de la Institución. Esta configuración ha sido reemplazada hoy por la creación de cuatro Gerencias de Área que conectan
transversalmente toda la Casa.
También merecen ser mencionadas con igual énfasis – las importantes actividades que se realizan en seguridad nuclear y ambiente (una
de las cuatro gerencias de área de la CNEA).
A ello se suma planificación energética, nanotecnología, investigación básica y aplicada, y la construcción de equipos especializados
para la CONAE.
Último, pero de muy especial importancia, quiero mencionar que la Argentina conduce sus actividades en el área nuclear en forma
completamente transparente y bajo el más estricto respeto de las normas internacionales y regionales, teniendo como referente
permanente al Organismo Internacional de Energía Atómica, entendiendo perfectamente las características y seriedad del compromiso
global de su sector nuclear a nivel mundial, y respetando a ultranza el principio de involucrarse sólo en aplicaciones estrictamente
pacíficas de la tecnología nuclear, tanto dentro como fuera del país. La CNEA es un instrumento técnico imprescindible que la
Argentina dispone para operar en el marco de esta problemática.
Para terminar, deseo felicitar y agradecer por su contribución a la CNEA y al país, a todos los trabajadores que hoy reciben medallas
recordatorias, como así también a los trabajadores retirados que reciben sus plaquetas. Muchas gracias por el esfuerzo y trabajo
realizados.
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