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De Domingo a Domingo, la Columna Política de Hugo
Grimaldi*
Es raro ver al
presidente Kirchner a la defensiva. Sus colaboradores dicen que ?no le gusta perder ni a las bolitas? y por eso resultó extraño
durante estos días verlo correr detrás de los acontecimientos, descolocado y en situación de respuesta, antes que de iniciativa, el
punto que más le luce.
Un repaso de los hechos indica que al Gobierno se le han podido registrar varios pasos en falso en relación al culebrón energético y
algunos otros más en el nuevo avance que intentó en materia de créditos hipotecarios, tras un primer round casi perdido por knock
out, hace quince días.
En otras cuestiones que se sumaron a la agenda durante la semana, otro tanto ocurrió con las acusaciones de tolerancia hacia el
antisemitismo surgidas de la DAIA o con las manifestaciones críticas sobre los controles de precios que salieron de la boca de Rodrigo
de Rato, el director gerente del FMI.
Si persiste, la situación de paso atrás podría ser un mal precedente para que acompañe al Presidente en el viaje que encaró a los
Estados Unidos, donde además de leer su discurso ante la Asamblea de la ONU, deberá mostrarse más que lúcido para cautivar a los
empresarios que se reunirán primero en privado con él en el edificio de la Bolsa y que luego lo irán a escuchar a la cena que organizó
el Council of Americas.
Tres años y medio después, el Gobierno ha aprendido que el crecimiento sostenible se logra con inversión, pero “de la buena”. Que no
sólo alcanza con los dólares del colchón que han aportado aquellos que huyeron de los bancos y apuntalaron el boom de la construcción,
sino que se necesita que retornen las Inversiones Extranjeras Directas (IED) y que para eso hay que hacer cosas diferentes a las que
se encararon hasta ahora, aunque el discurso para el público interno diga otra cosa. También los funcionarios parecen haberse dado
cuenta de que, en esta materia, el Estado no lo puede todo, y por eso, desde hace un tiempo, suelen ofrecer a los privados un proceso
de articulación que no lo deje afuera de los negocios.
Es sabido también que en este viaje, Kirchner deberá remontar frente a los inversores estadounidenses algunas cuestas, sobre todo la
que lo emparenta con Hugo Chávez o la que surge de las posturas que adopta la Argentina en los foros internacionales, incluida la
presencia como “país observador” en la Cumbre de los No Alineados en La Habana. O, de modo más general, la que le endilga a su
gobierno poco apego a las reglas de juego del mercado, justamente lo que se le acaba de marcar en Singapur.
Por eso, habrá que estar muy atento especialmente a lo que surja de la reunión en el número 11 de Wall Street, ya que allí habrá una
docena de altos ejecutivos de corporaciones que, cuando invitan a alguien a desayunar ?más aún a un presidente- es para marcar sus
cosas con toda crudeza y para pasarle sus facturas.
En el Gobierno suelen decir que ?negocios son negocios?, pero en el caso de la Argentina en relación al establishment internacional el
pasado del default aún no se les borra de la cabeza y el presente no les resulta demasiado claro, todavía. En materia de presente se
acaba de sumar un grave problema, ya que las denuncias de antisemitismo escuchadas en la Argentina que involucran inclusive a
funcionarios del Gobierno, que además la nueva titular del INADI, María José Lubertino se empeña en negar, ya rebotaron en Nueva York.
En este punto, hasta ahora sólo la senadora Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Jorge Taiana se comprometieron a escuchar
las demandas del Comité Judío Americano, una comunidad de amplia influencia en el mundo de los negocios neoyorkinos. No estaría mal
que el Presidente se sume a la reunión.
La actitud defensiva que dejó entrever Kirchner durante la semana, se potenció aún más por ciertos errores de apreciación que por no
tener a mano alternativas válidas menos ideológicas y más prágmáticas (aunque no consta que existan planes ?B?) en cada uno de los
temas. Por más que él mismo haya prohibido hablar de candidaturas porque ?faltan dos octubres?, las elecciones están omnipresentes.
En este aspecto, los tropiezos en cada una de las situaciones descriptas sirvieron para disimular una grave responsabilidad en el
manejo del Estado, como fue haber permitido la filtración de un legajo secreto que involucraba a Juan José Alvarez, un ex agente de la
SIDE, hoy legislador nacional y activo promotor desde una rama del PJ de la candidatura de Roberto Lavagna.
Sobre el repliegue en el discurso oficial, más que algo táctico pareció fruto de los enredos discursivos. Esto ya le ha pasado al
Gobierno en otras ocasiones y es propio de todo aquel que siempre dice ?yo no fui? y le traslada a un tercero las culpas de cualquier
situación. Cuando cree ver detrás de algo que no atina a solucionar alguna mano negra de fuerzas innominadas, se paraliza y entra en
una complicada espiral.
Todo se le dificulta más porque cambia los términos del razonamiento: no es la realidad la que le dicta qué hacer o qué no hacer, sino
que supone que alguien, la oposición política o un gobierno extranjero o empresarios que se resisten a perder privilegios, ha cambiado
esa realidad en su propio provecho y que así la difunde a través del periodismo. Entonces, se dedica, como en estos días, a refutar a
la oposición (que en realidad lo que hace es utilizar los pasos en falso como ariete, pero después de que fueron dados) y a la prensa,
antes que atender a los hechos.
El problema energético es un test que muestra claramente cómo el propio Gobierno quedó preso de su falta de acción, en un tema donde
no hay culpas que echar a las ?herencias recibidas?, claramente mejores que la situación actual. Aunque duela reconocerlo, durante
estos últimos años se vivió de la capacidad instalada en los demonizados años 90, donde la inversión tenía su sustento en la tarifa.
Después de tres años y medio de gestión, y con el congelamiento a cuestas, el Gobierno puede mostrar sólo algunos avances en
transporte de electricidad y en el enlace de la Patagonia al sistema nacional, con la construcción de la línea Choele Choel-Puerto
Madryn. Pero en la situación de generación eléctrica sólo tiene para sacar a relucir ?más allá de algunas obras efectuadas por las
provincias- llamados a licitación aún no concretados para hacer dos centrales termoeléctricas, ambiciosos planes para elevar la cota
de Yacyretá y alguna central construida para el uso de una empresa privada (Aluar).
El sistema aguantó todo lo que podía aguantar y se encuentra peligrosamente en balanceo en el borde del cruce de la curva de la oferta
con la de la demanda, operando con las reservas técnicas mínimas y con restricciones importantes a las exportaciones a Brasil y
Uruguay. El Plan Energía Plus fue, hace dos semanas, la ratificación de que la situación es complicada, ya que las empresas que deseen
consumir por encima del año anterior deberán generarse su propia energía o comprársela a otro nuevo generador, todo a un precio
incierto.
Pero como los sinsabores podrían llegar hacia el verano, si los consumos domiciliarios se potencian por el uso de aparatos de aire
acondicionado, el ministro de Planificación, Julio de Vido planteó un ?uso racional? de la energía, una elegante forma de echarle la
culpa a la gente si se provoca un indeseado apagón.
Esta acción del funcionario, claramente mejor que el barrido bajo la alfombra que se ensayó durante mucho tiempo, generó algunos ríos
de tinta y declaraciones con facturas por parte de algunos analistas del sector. La palabra ?crisis? causó escalofríos en el Gobierno
y Kirchner en persona salió a copar el centro de la escena, para desactivar lo que se creyó que era una operación mediática,
potenciada por una encuesta entre los empresarios de IDEA que marcaba que 81 de cada 100 creían que iba a haber cortes. ?Mañana se va
a apagar una lamparita y van a decir que hay crisis energética?, dijo el Presidente para minimizar la cuestión.
En materia de préstamos para la vivienda, hasta ahora el show montado para que los banqueros dieran a conocer sus líneas crediticias
fue un torneo de buenas intenciones, que habrá que ver si se plasma en páginas y páginas de publicidad de los diarios ofreciendo lo
que le mostraron el jueves al Presidente y luego en casos concretos de personas que obtengan algún tipo de crédito.
La primera ilusión de muchos inquilinos, incentivada por el propio Gobierno, fue la de conseguir una cuota igual a un alquiler para
comprar algo similar a lo que estaba alquilando, o aún ese mismo inmueble, tal la pretensión imposible de cumplir ?ni siquiera por los
bancos oficiales- del secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Habrá que ver cuánta gente finalmente accede a este tipo de créditos,
que el Jefe de Gabinete, con mayor racionalidad, ubica en 40 de cada 100, tras haber pasado la prueba de la letra chica que podría
contemplar tasas variables y hasta ajustes del capital en función del valor de la vivienda, dos conocidas bombas en potencia.
—
* Por gentileza de Hugo E. Grimaldi, director periodístico de la Agencia DyN (Diarios y Noticias, de la Argentina), reproducimos su
columna De Domingo a Domingo, correspondiente al domingo 17 de septiembre de 2006.
Cada fin de semana esta columna aparece en medios destacados de la Argentina, como La Gaceta, de Tucumán; la Nueva Provincia, de Bahía
Blanca; La Capital, de Mar del Plata; La Calle, de Concepción de Uruguay o El Diario, de
Olavarría.
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