Juan Manuel Lopera creció en una barriada muy pobre de Medellin, Colombia, sacudida por la violencia generada por el narcotráfico y su afán de aprender y el gusto por la tecnología hicieron de él un emprendedor nato.


Ante un ruedo de prensa en Buenos Aires, Juan Manuel contó que tuvo la enorme fortuna de Cecilia Castro y Juan Manuel Lopera (achicada)_Fotortener un maestro que lo impulsó a realizar las ideas que soñaba: trabajar para transformar el entorno a través de hacer amigable aprender. Aún más, que fuera divertido. Ese es el concepto angular de Aulas Amigas.

Cuando promediaba su vida -tiene hoy 28 años-, Lopera fundó en 2001 su empresa Aulas Amigas, y en este trayecto ha sido categorizado como el emprendedor que está cambiando la educación en Latinoamérica. Y lo hace agregando tecnología y produciendo a bajos costos.

camara-lapiz-tomiPor esta iniciativa recibió en 2011 y 2012 el Premio Innova -otorgado por el ministerio de comercio, industria y turismo de Colombia-, tras ser reconocido como el emprendedor que fomenta la cultura innovadora y el desarrollo de herramientas tecnológicas para la educación.

Un par de videos que describen la tecnología de ToMi, la cámara y un lápiz óptico que permiten transformar cualquier superficie en un pizarrón digital, e interactuar escribiendo, dibujando o hasta operar una rana; sí, operarla de modo gráfico, más una plataforma de contenidos pedagógicos, resumirían su iniciativa.

Jpeg

Pero claro Aulas Amigas que es mucho más. Aulas Amigas -explica Juan Manuel Lopera- es una empresa que investiga, diseña, desarrolla y produce herramientas tecnológicas educativas con el objeto de transformar los ambientes de enseñanza-aprendizaje a través de la implementación de las TIC.

Trabaja para ello en tres líneas de negocios: tecnología, formación docente y recursos digitales. Así ha sumado ya 23000 aulas en Colombia, Chile, Ecuador, México, Costa Rica y Brasil. Y, espera que en dos años la Argentina sume otras 2000.

Lopera y esquema aulaPara que esto ocurra selló una asociación estratégica con empresas de cada país y, para la Argentina, con Cecilia Castro, quien dirigirá la filial local y con ello la fabricación de TOMI, el dispositivo que convierte cualquier superficie en una pantalla interactiva.

Paralelamente se desplegará una estrategia de acompañamiento docente y recursos digitales para preparar clases, fabricado y desarrollado también localmente para ser exportado a todo el cono sur de América. El costo orientativo está en torno de 5000 pesos por aula, muy por debajo de otros valores.