Tecnologías como Bluetooth y Wifi se encuentran presentes en muchos
de los dispositivos electrónicos que encontramos en el mercado, desde teléfonos móviles a notebooks y PDAs. Los expertos entienden que
no existe incompatibilidad entre ambas tecnologías; al contrario, contar con ambas puede ayudar para sacar mejor provecho de los
equipos portátiles.
Bluetooth (dientes azules) procede del nombre del rey danés y noruego Harald Blåtand cuya traducción al inglés sería Harold Bluetooth,
conocido por unificar las tribus noruegas, suecas y danesas. De la misma manera, Bluetooth intenta unir diferentes tecnologías como
las computadoras, el teléfono móvil y el resto de periféricos.
El símbolo de Bluetooth es la unión de las runas nórdicas H y B. Bluetooth es un tipo de comunicación infrarroja útil para distancias
menores a 10 metros y, principalmente, para conectar dispositivos a alta velocidad.
Wifi (Fidelidad Inalámbrica) es para mayores distancias (hasta 120 metros de la antena), para usar como medio para acceder Internet
principalmente y para la creación de redes locales.
El uso más generalizado de Bluetooth es para el intercambio de información entre dispositivos electrónicos que se encuentren a pequeña
distancia.
Así podemos conectar nuestro PDA, teléfono móvil o cámara digital a una PC o notebook o impresora, sin necesidad de cables, para
intercambiar información, descargarla e incluso imprimir las fotos recibidas o realizadas.
El intercambio, por supuesto, es bidireccional entre todos los dispositivos que cuenten con esta tecnología integrada a la placa madre
(motherboard) del equipo o con un adaptador tipo USB, tarjeta PCMCIA para portátiles y PCI para equipos de escritorio.
Otra de las diferencias entre Bluetooth y Wifi radica en su velocidad, porque mientras que la comunicación en el primer caso se
realiza a una velocidad de un megabyte por segundo (20 veces más rápido que una conexión telefónica a Internet), la rapidez de Wifi es
10 veces mayor.
Pero eso no significa que cuando uno accede desde una cafetería, restaurante, universidad o el propio domicilio con cobertura Wifi la
conexión a Internet se realice a esa velocidad.
Los 11 megabytes por segundo corresponden a la velocidad con la que el equipo se conecta con la antena y el dispositivo que gestiona
el tráfico de la red inalámbrica, mientras que la velocidad a la que uno navegue por Internet dependerá del servicio (vía teléfono,
DSL o cable, por ejemplo) que el local tenga contratado y por supuesto del número de personas que compartan la conexión.
Lo más normal es que la velocidad de intercambio de información a través de la red interna sea muy superior a la conseguida cuando
accedemos a Internet. Es esta diferencia de velocidad, lo que hace que “diferencia” el uso o el provecho que podamos sacar de cada
tecnología.
Al poder vincularnos con una red LAN a alta velocidad hace que Wifi se preste más para el envío de paquetes de datos mientras que
Bluetooth sea utilizado como una tecnología para la comunicación directa con dispositivos determinados, sin más complicaciones.