Yandiki lleva el talento creativo a la nube

Este artículo comienza con un llamado que recibí desde Santa Fé, reconfirmando mi e-mail para invitarme a la presentación de Yandiki, una empresa de servicios en la nube que ofrece al mundo talento creativo argentino -diseño gráfico, digital y multimedial-.

¿Desde Santa Fé? Sí, somos una empresa con sede virtual en varias ciudades del mundo. ¿Pero y la presentación dónde se realizará? En Buenos Aires. ¿Quién te dio mi nombre para esta invitación? Silvina Moschini. Ah bueno, está todo dicho para mi.

Conocí a Silvina Moschini (foto) cuando ella era muy jovencita. Silvina integraba el equipo de comunicaciones de Compaq, en Houston, Texas, atendiendo al grupo de periodistas que visitábamos esas instalaciones. Y la Ceremonia del Mate nos puso en vínculo especial.

Siempre llevé mi equipo de mate a todo lugar adonde fuera y Silvina me ofreció ese día agua caliente para proseguir mi ronda y así nacio mi atención y luego admiración por esta mujer emprendedora que podemos ver hoy en sus columnas en la CNN en español.

Seguí con atención su camino como gran comunicadora a la vez que emprendedora, viendo como poco a poco Silvina Moschini se transformaba en un nombre propio como consultora en emprendedurismo, Internet, redes sociales y como titular de la agencia de medios sociales Intuic.

En Portinos hemos tenido el privilegio permanente de reproducir sus artículos siempre iluminando esos campos, contando lo nuevo y describiendo con gracia las innovaciones de que es capaz el talento latinoamericano y entre ellos el argentino, claro.

“El talento creativo argentino está entre los cinco mejores del mundo” dice Silvina Moschini, en esta visita a su natal Buenos Aires para presentar Yandiki, junto a Marcelo Altamura, otro argentino y co-creador del emprendimiento. También conozco de hace tiempo a Marcelo como un sensible emprendedor en el mundo digital. Y me dio gusto ver a ambos.

Con este invierno 2014 llegando, hacía mucho frío afuera del Starbuck Café, de Las Cañitas, en esta mañana de encuentro y presentación. Pero el café era un cálido y aromático ambiente donde jóvenes y no tan jóvenes hablaban y trabajaban. Los jóvenes Millennials de los que mucho hablaría luego Silvina.

En una mesa cercana tres arquitectas desplegabn hasta el piso los planos que desbordaban la mesa ratona que las reunía. Más allá un solitario le daba teclazos a su Mac y algo más lejos alguien hablaba sin parar desde su iPhone. Jóvenes Millennials.

“Los jóvenes Millennials -describe Silvina- aman la libertad, la informalidad y la posibilidad de desplegar su creatividad desde cualquier lugar, menos desde una oficina de empleo a la que deban viajar a diario y permanecer en un estricto horario de ocho horas, como estila la tradición”.

“Por ejemplo -añadió Silvina- mi asistente María, una de mis dos colaboradoras personales. Es abogada, vive en Santa Fe y atiende desde su casa todos mis asuntos en el mundo. Aún no nos conocemos, pero ella sabe tanto de mi y organiza con tal responsabilidad mi agenda en Miami, Atlanta, Washington, Buenos Aires o Moscú, como si estuviera conmigo. Esta es la característica de los jóvenes Millennials, que componemos Yandiki”.

Yandiki se inspiró en los Millennials, esta maravillosa generación de jóvenes creativos nacidos en el mundo digital, que ven un presente y un futuro global, multicultural, flexible, sin horarios fijos ni oficinas”, refirma Silvina Moschini. “Y los millennials que hoy constituyen el 25% del mercado laboral representarán el 75% del mercado en el 2025”.

Yandiki, un nombre de la (para nosotros) alejada geografía rusa -de donde proviene el esposo de Silvina, Alex Konanykhin, otro emprendedor del mundo digital, impulsor de una serie de compañías, entre ellas TransparentBusiness, una plataforma basada en la nube que monitorea el trabajo de equipos virtuales. Por ello TransparenteBusiness es la herramienta central en la actividad de los profesionales de Yandiki.

Una tool ideal para los Millennials, que con solo bajar a su computadora una aplicación muy liviana (un timer de TransparenBusiness) y ponerse a trabajar, están ya en enlace virtual con todo el equipo Yondiki y con la compañía contratante, la que puede ir viendo cómo avanza su tarea. Ese mismo sistema es el que contabiliza las horas de trabajo, el que confirma los ingresos y los viabiliza cualquiera sea el lugar del planeta donde esté el creativo, subraya Marcelo Altamura.

Acerca del modo en que Yandiki constituye su capital de talentos creativos -buena pregunta, dice Marcelo-. “Está nuestra propia red personal, la de quienes formamos Yandiki y también la permanente actividad de vinculación que desplegamos: Silvina en todo el mundo y aquí en Argentina y Latinoamérica, mi paso por universidades -como ayer mismo en la UAI- donde están muy interesados en nuestro modelo emprendedor y la actividad independiente. Pero aclaremos que a la hora de la selección somos muy exigentes y acompañamos la elección con una intensa capacitación y certificación de nuestros equipos”.