Buena noticia para los foodies: Investigadores de la Universidad de San José (Filadelfia, EEUU) y la Universidad de San Diego (California, EEUU) descubrieron que las personas que comen platos indulgentes, como manzanas caramelizadas o una torta Red Velvet, piensan que su comida es más sabrosa si toman una foto antes de dar el primer bocado. Lamentablemente, la regla no aplica con opciones saludables.
Para el estudio, los participantes del experimento se dividieron en dos grupos: comidas saludables y comidas indulgentes.
La mitad de los participantes de cada grupo debió tomar una fotografía de su comida antes de comer, mientras que a la otra mitad se les permitió comer de inmediato.
En promedio, quienes tomaron fotografías de platos indulgentes dieron puntuaciones más altas en una evaluación posterior de “gusto” y “actitud” que aquellos que simplemente comieron sin documentar. Los investigadores creen que esto sucedió porque al tomar una foto, los participantes prestaron más atención a la estética de la comida y su olor.
En otras palabras, saborearon más la experiencia que aquellos que probaron la comida directamente.
Los participantes en el grupo de alimentos saludables, sin embargo, no mostraron los mismos resultados. No hubo gran diferencia en las evaluaciones de “sabor” entre los que tomaron una foto y los que no lo hicieron.
A pesar de esto, cuando a los participantes se les dijo que otros comían alimentos saludables a su alrededor, el promedio le dió un mayor puntaje a su plato en “gusto” y “actitud”.
Fuente: Quartz