Día de Internet, celebración de las comunicaciones

Este sábado que promedia mayo fuimos con mis nietos del alma -Delfi y Maxi- a disfrutar por segunda vez la exposición Play the game: 40 años de videojuegos! que se brinda hasta este fin de mes de 2015 en el Espacio de Fundación Telefónica. Hay allí en paralelo una exhibición muy lúdica de la historia de las comunicaciones al punto que Delfi y Maxi jugaron con los aparatos y aproveché para contarles que: eso que ustedes hoy disfrutan fueron grandes logros a partir de un siglo y medio atrás, un 17 de mayo de 1865 en que las comunicaciones comenzaron a tener casa propia. ¿Que qué es ecosistema de comunicaciones? Eso de hablar con otro -les dijo-; eso de hablar por teléfono; eso de mirar TV; eso de jugar en la tablet y bajarse instructivos para pintar o vestir muñecas. Eso es Internet, me dicen y digo: sí, todo eso es comunicaciones y por ello hoy se celebra.


ecosistema11

Esos teléfonos y computadoras accesibles hoy a los visitantes del Espacio fueron los objetos que me asombraron, maravillaron y esperanzaron en mis 68 años de vida hasta aquí. Los viejos auriculares con los que había que pedir línea a la telefonista; la teletipo Siemens que en su repiquetear le ponía ritmo y sonido de mundo a la agencia de noticias en que comencé tipear instancias de la vida cotidiana, mientras la cinta LAL56021agujereada se enroscaba como una culebra próxima a saltarte; la Commodore con que jugó mi hija Alejandra hacia 1986; el primer Startac con que probé eso de las comunicaciones móviles; la primer Compaq Presario que tuve y disfruté de la web… Esas piezas de museo que hoy no alcanzan a entender Delfi y Maxi a la primer mirada y que debo explicarles (al punto que deben decirme: yastá Epi) eso que lleva al tema que hoy llamamos Internet. Contarles mientras mi mente viaja hacia el libro de lectura reciente: Los innovadores, de Walter Isaacson, que traza la parábola del comienzo de esta Era de las Comunicaciones que nos envuelve, y en la cual:

“Ada Lovelace se habría sentido contenta. En la medida en que nos está permitido conjeturar sobre los pensamientos de alguien que lleva más de ciento cincuenta años muerto, podemos imaginarla escribiendo una orgullosa carta jactándose de lo acertado de su intuición de que un día los dispositivos de cálculo se convertirían en ordenadores de uso universal, hermosas máquinas capaces no solo de manipular números, sino de componer música, procesar palabras y «combinar símbolos generales en sucesiones de ilimitada variedad».
Este tipo de máquinas surgieron en la década de 1950, y durante los treinta años siguientes hubo dos innovaciones históricas que revolucionarían nuestra forma de vida: los microchips permitieron a los ordenadores volverse lo suficientemente pequeños como para convertirse en electrodomésticos personales, y las redes de Compaqconmutación de paquetes les permitieron conectarse como nodos en la gran red que hoy conocemos como «internet». Esta fusión del ordenador personal e internet permitiría que la creatividad digital, los contenidos compartidos, la formación de comunidades y la interconexión social florecieran a una escala masiva, y ello, a su vez, hizo realidad lo que Ada había denominado «ciencia poética», en que creatividad y tecnología constituían la urdimbre y la trama de un tapiz como los del telar de Jacquard.
“También estaría justificado que Ada se jactara de haber tenido razón —al menos hasta ahora— en otra afirmación suya, más controvertida: la de que ningún ordenador, por muy potente que fuera, llegaría a ser jamás realmente una máquina «pensante». Un siglo después de su muerte, Alan TelefonoPublicoTuring denominó a esta afirmación la «objeción de lady Lovelace», para luego tratar de refutarla proporcionando una definición operativa de «máquina pensante» —que una persona que le planteara preguntas no pudiera distinguir las respuestas de la máquina de las de un humano— y prediciendo que en el plazo de unas décadas habría un ordenador que superaría esa prueba. Pero de eso hace más de sesenta años y ninguna máquina ha superado el test de Turing, una prueba bastante sencilla y, posiblemente, no demasiado significativa. Y, desde luego, ninguna ha superado el listón de Ada —aún más alto— de ser capaz de «originar» cualquier pensamiento propio.” (fin de la cita)

Tags: , , , ,

Epifanio Blanco
17 mayo, 2015

Videojuegos, LEGO y K-pop lideran las búsquedas de los niños antes de Navidad

Con la Navidad en puerta, todo el mundo se prepara para el gran día Teniendo en cuenta que las …

Seguir leyendo //

Etermax logra la cima como compañía de juegos móviles

etermax, la compañía creadora de fenómenos globales como Preguntados y Apalabrados, realiza un repaso del 2020, un año lleno …

Seguir leyendo //

Startups de Israel impulsan el desarrollo y los torneos de esports

Mientras Israel se posiciona como centro para la pasión mundial de los deportes electrónicos, nuevas empresas surgen para ofrecer …

Seguir leyendo //

¿Cuánto cuesta ser Gamer?

¿Cuánto se paga por las videoconsolas PS5 y Xbox Series X? ¿Cuánto difieren sus precios dependiendo del país? y …

Seguir leyendo //