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Paula Desplats (foto), profesora asistente en la Universidad de California en San Diego (UCSD), comenzó su carrera en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Allí hizo su doctorado sobre expresión génica en bacterias fotosintéticas como becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Desplats se mudó a San Diego en 2003 tras obtener su título de doctora en ciencias biológicas. Comenzó sus estudios postodoctorales en neurociencia y al poco tiempo obtuvo su primer puesto en el Scripps Research Institute. Luego llegó a la UCSD, donde hoy trabaja en el departamento de neurociencias.
La científica estudia junto a su equipo los cambios que ocurren a nivel epigenético en pacientes con mal de Parkinson. El objetivo es encontrar un biomarcador que permita diagnosticar la enfermedad de forma poco invasiva: “Hay algunas patologías que comparten síntomas y no es posible identificarlas hasta que progresan y aparecen nuevos síntomas”, explica. El biomarcador podría contribuir a la detección temprana y también ayudaría a que los médicos puedan identificar la patología específica para poder tratarla.
Desplats explica que hoy las líneas de investigación en patologías neurodegenerativas están orientadas a detectar pródromos (síntomas que anticipan una enfermedad). “En el momento que el paciente tiene una manifestación clínica y consulta al médico, ya se perdieron muchas células”, dice. Actualmente no hay técnicas ni tratamientos disponibles para recuperar esas células de la sustancia negra, afectada en Parkinson, que se pierden.
Por otro lado, José Pruneda-Paz (foto), profesor asistente de la UCSD e investigador en la sección de biología celular y del desarrollo, tiene una historia similar. En 2002 se mudó con su esposa a San Diego para realizar sus estudios de posgrado.
Pruneda- Paz desarrolló junto a su equipo una plataforma que permite identificar en plantas qué factores de transcripción están regulando, en determinado momento, la actividad de un gen particular. Los factores de transcripción son moléculas que se unen a la secuencia de ADN de un gen para decidir si se activa o reprime.
“La plataforma se puede usar para cualquier proyecto que estudie la expresión de un gen en particular”, explica. Esto permitirá comprender mejor la fisiología vegetal y a la vez determinar a futuro estrategias y mecanismos para mejorar especies.
A partir de la creación de esta plataforma el investigador logró establecer numerosas colaboraciones con grupos de trabajo en Argentina. Desplats anhela hacer lo mismo: “Realicé mi doctorado en la Argentina, quiero devolver al país lo que me dio y contribuir de alguna manera”, asegura.
El desarrollo de vínculos con investigadores argentinos residentes en el exterior es una de las prioridades del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. La dirección ha creado el Programa RAICES (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior) y numerosos talleres y seminarios, para fortalecer el intercambio entre expertos y centros de investigación nacionales.
Fuente: MinCyT
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