Determinan cómo actúa para retener u olvidar un
recuerdo
Un equipo de investigadores logró identificar la actividad neuronal
que acontece cuando el cerebro se prepara para retener un recuerdo. El descubrimiento podría tener implicaciones importantes para la
investigación de la memoria, y ayuda asimismo a especificar formas en las que las personas pueden fortalecer recuerdos que desean
conservar mientras debilitan aquellos que preferirían olvidar.
Observando el patrón neuronal anterior a un evento, los científicos pueden incluso predecir si éste será recordado.
En dos experimentos separados, con adultos, el neurocientífico de la Universidad de California en Irvine, Michael Rugg (foto), en
cooperación con colegas del University College de Londres, observaron la actividad neuronal que precedió a la presentación de palabras
simples. Los investigadores encontraron que las mediciones de la actividad podían predecir si las palabras serían recordadas en una
prueba de memoria posterior.
En los experimentos, Rugg y sus colegas mostraron una palabra distinta cada cuatro o cinco segundos a un grupo de adultos jóvenes,
solicitándoles emitir un criterio sobre una característica específica de la palabra, como por ejemplo si ésta se refería a una entidad
viva o no. Un instante antes de presentar cada palabra, se advertía a los participantes mediante una señal visual. La actividad
neuronal causada por la advertencia fue monitorizada a través de electroencefalografía, o EEG, un método mediante el cual electrodos
adheridos al cuero cabelludo miden la actividad del cerebro. Más tarde, mostraron las palabras nuevamente a los participantes, junto
con otras que no se habían mostrado previamente, y se les pidió que identificaran cuáles habían sido presentadas en la primera parte
del experimento.
Rugg y sus colegas encontraron que la actividad neuronal particular que ocurría en el momento de la advertencia visual indicaba si la
palabra sería recordada en esta fase del experimento.
“Estos experimentos muestran que hay más en el por qué recordamos un evento, que sólo la actividad neuronal evocada por el propio
evento”, explica Rugg. “Si recordamos o no algo puede depender de cómo se prepara el cerebro de antemano”.
Rugg considera que el estudio podría influenciar significativamente la forma en que los científicos estudian cómo y por qué los
recuerdos son memorizados. Aunque los científicos han estudiado durante mucho tiempo la actividad cerebral que sucede a un evento,
para investigar cómo se forman los recuerdos, ahora también necesitarán tener en cuenta el papel de la actividad precedente a éste.
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