La Informática Afectiva (Affective Computing) es una tecnología emergente que
pretende incorporar las emociones a las relaciones hombre-máquina. Su finalidad es mejorar las prestaciones de la informática
cotidiana, facilitando la adaptación de los ordenadores a las personas y viceversa.
Su desarrollo permitirá que un ordenador tenga en cuenta las constantes vitales del usuario (como el ritmo y la tensión cardiaca, la
temperatura corporal?), mientras escribe un libro o diseña una casa, y emita una señal de alerta cuando detecte algo extraño en su
salud.
También será bastante útil en telemedicina, ya que permite observar a distancia la evolución de un paciente y mejorar su calidad de
vida. Otra aplicación posible de la Informática Afectiva es el e-learning o aprendizaje a distancia, ya que el profesor virtual puede
tener incorporada una capacidad de inteligencia social para adaptar su enseñanza al estado emocional del estudiante, a su actitud e
incluso a su personalidad.
A través de sensores que siguen los movimientos de los ojos, el ordenador implicado en la enseñanza puede averiguar si el alumno está
distraido o concentrado. Un mensaje enviado al programa adaptará la lección en cada momento al estado de atención del estudiante. Es
uno de los objetivos de la Informática Afectiva.