Líderes de la Generación Y

Por Daniela Castelli, Marketing, GlobalLogic.- Un adolescente promedio procesa 3700 mensajes SMS al mes: es un verdadero nativo digital, un integrante de la generación Y, aquellos que llegan entre los años 80 y el 2000. Tienen características de consumo y uso tecnológico particulares; están siempre conectados, tienen la capacidad de interpretar interfaces, disfrutan del bombardeo digital y mantienen una nutrida vida virtual. Representan un cambio en el uso de las tecnologías de la información: la generación Y se mueve al ritmo del avance tecnológico, planteando desafíos para la sociedad y el mercado.

En este contexto, la movilidad se plantea como la vanguardia del progreso con su ritmo de recambio frenético. Mientras crece en millones de dispositivos, la computación portátil se mezcla con Internet y las redes sociales, abriendo nuevas posibilidades de interacción entre las personas. Aparece así un nuevo canal de comunicación para empresas y clientes, en donde la relación de fuerzas está más equilibrada y la inmediatez es la norma.

Este es el ambiente digital que deben enfrentar las empresas en el mercado. El desafío es interpelar a los integrantes de la generación Y en este contexto, lograr un engagement con la persona que va más allá del cliente. La movilidad es para esto una herramienta indispensable al momento de definir campañas y procesos de negocios, y los servicios que componen al Social Media cierran el círculo al permitir una expansión viral de los mensajes.

Los dispositivos portátiles ayudan así a transformar a los clientes en fans, ofreciendo aplicaciones que buscan interpelarlos directamente. Por ejemplo, el público de un recital puede comprar música por Internet en medio de una canción, o compartir su opinión en Twitter para participar del espectáculo. Las promociones inteligentes son aquellas que integran a los clientes a partir de las plataformas de Social Media, que son más cómodas gracias a la movilidad.

En este sentido, el modelo Freemium de aplicaciones portátiles parece haber encontrado el camino: los videojuegos basados en esta modalidad de negocios son un éxito de ventas en todas las tiendas virtuales. Se trata de un giro en el paradigma de comercialización, en el que los desarrolladores ofrecen su aplicación de manera gratuita pero fomentan el uso de microtransacciones para avanzar dentro de la historia. Estos juegos tienen siempre una pata social, en tanto permiten publicar en Facebook y Twitter los resultados de las partidas.

De estas maneras, la movilidad y las redes sociales pueden trabajar en conjunto para mejorar las ventas y ampliar las audiencias, a la vez que transforman a los clientes en fans. En el escenario actual, esta es una posibilidad que las empresas no pueden dejar pasar: se trata de aprovechar los dispositivos portátiles y los servicios sociales para permitir la comunicación entre clientes y empresas, aquel 1-to-1, nada menos que la interacción directa.