Crean un prototipo para personalizar los tratamientos oncológicos

Indra creó TradionP, una herramienta médica de apoyo para el oncólogo que establece un diagnóstico más preciso y un tratamiento más adecuado al paciente con cáncer.

La creación de un nuevo estándar de gestión integral del paciente oncológico, para guiar la terapia multimodal (cirugía, radioterapia y quimioterapia) de forma personalizada y eficaz, es ya una realidad con esta nueva invención.

Se trata de  un proyecto de I+D+i, desarrollado por Indra en conjunto con Althia y Lorgen, que ha culminado en el diseño de un prototipo de sistema experto con técnicas de inteligencia artificial, facilita el modelado de enfermedades oncológicas y la selección de terapias específicas para cada paciente.

El piloto contó con financiación del CDTI y del Fondo Tecnológico de la Unión Europea (FEDER) y fue desarrollado con la colaboración del Hospital Virgen de las Nieves y del Hospital Clínico San Cecilio, ambos de Granada, España. También han colaborado diversos organismos públicos como el Registro de Cáncer de Granada, el Banco de Tumores de Andalucía y el Centro de Genómica GENYO.

El sistema se alimenta de una base de datos retrospectivos -y abierta a otros nuevos-, creada en el marco del proyecto con acceso restringido mediante claves a los profesionales del sistema de salud.

En ella, se alberga  información de cerca de 1.000 pacientes con cáncer de mama, pulmón y colon-recto (la mitad tratados con terapias biológicas y la otra con quimioterapia) que integra parámetros clínicos y morfológicos, historial familiar, imágenes radiológicas, biomarcadores y secuencias genéticas.

Asimismo, incorpora aplicaciones que permiten presentar, transmitir y extraer información (fenotipos individualizados y modelado de tumores) a partir de la base de datos, además de algoritmos para el diseño de tratamientos individualizados mediante la integración de datos de distinta naturaleza.

La base de datos contiene en la actualidad cerca de 700.000 marcadores para ser analizados, entre los que se incluyen más de 15.000 datos clínicos y de imagen, unos 400.000 de metilación (genes “buenos” inactivos) y más de 200.000 de genotipado.