MARINELLI, CICARÉ e INVAP recibieron la Medalla de Oro, mención en Diseño Industrial y Mención en Buenas Prácticas Agrícolas …
Seguir leyendo //Un radar meteorológico de ultimísima generación, como el recientemente instalado en Joplin, Missouri, Estados Unidos por la National Oceanic and Athmosferic Administration, diferencia gotas de agua de piedras de granizo e incluso de otros objetos arrancados del suelo por un tornado. Su objetivo: dar alertas tempranas de tornado no de quince minutos, sino de una hora o más.
Joplin es el nuevo estándar de oro de los radares Doppler. En tiempo real, estos miden el tamaño, composición y velocidad de viento de un vórtice por “efecto Doppler”, un fenómeno que experimentamos cotidianamente: un motor de auto que se nos acerca rápido emite un sonido más agudo que si está quieto a nuestro lado. Pero en cuanto nos sobrepasa, su sonido baja a más grave. Y es que la onda sónica “se comprime” hacia los agudos cuando el emisor viaja hacia nosotros, y “se estira” hacia los graves cuando se aleja. Casi todos hemos visto al menos un radar Doppler en la mano de un policía que tal vez nos paró en la ruta por exceso de velocidad.
Un radar meteorológico opera por el mismo principio. Las ondas de radio de una antena emisora cambian de frecuencia según reboten en objetos que se acercan o se alejen, como sucede con gotas, piedras o detritos aerotransportados en un vórtice. Y así como el policía sabe de la velocidad de nuestro auto, el observador meteorológico calcula casi sin error la velocidad de giro del aire dentro de un vórtice. El radar de Joplin suma a esa característica la novedad de que la polarización de la onda permite distinguir lluvia de granizo o incluso de mampostería, chapas y otros objetos sólidos arrancados del suelo, y eso permite triplicar o cuadruplicar el tiempo de alerta temprana de los efímeros pero feroces e impredecibles tornados, el fenómeno más temible de un gran huracán.
Aún sin este perfeccionamiento, los radares meteorológicos salvan rutinariamente centenares de vidas en cada temporada de huracanes en los Estados Unidos, y de dólares ni hablar.
La Argentina pide a gritos un sistema de radares meteorológicos propio y centralizado, como el que está construyendo INVAP: el cambio climático nos corre y volvió riesgosas zonas que parecían meteorológicamente apacibles, como Buenos Aires o Rosario y sus conurbanos: para muestras, la pedrea que destruyó decenas de miles de tejados y automóviles en el área metropolitana en 2006, y el huracán de 2012, que dejó a 70.000 personas sin luz y/o techo.
MARINELLI, CICARÉ e INVAP recibieron la Medalla de Oro, mención en Diseño Industrial y Mención en Buenas Prácticas Agrícolas …
Seguir leyendo //La inteligencia artificial, se convirtió en algo tan omnipresente en la vida moderna que implica desde aumentar nuestra comprensión …
Seguir leyendo //Presentan en Argentina un protector de superficies contra coronavirus y superbacterias desarrollado con nanotecnología –denominado Liquid Guard®, fue desarrollado …
Seguir leyendo //(Agencia CyTA-Instituto Leloir)- El estudio de enfermedades virales en murciélagos cobró mayor importancia en los últimos años por su …
Seguir leyendo //