Sur, Tronador y después…

La entrada principal de la primera Tecnópolis, en 2011, estuvo dominada por la maqueta del futuro cohete nacional de puesta en órbita: el Tronador II. En la reedición 2012 de la feria de ciencia y tecnología argentinas la maqueta pasó a un lugar más discreto. Y es que el mensaje ya está dado: la Comisión …

Créanle a Varotto (serie Tronador II)

Como el misil Cóndor II era de combustible sólido (salen a toque de botón) y tenía un alcance balístico de 1000 kilómetros, ponía nerviosos a algunos embajadores angloparlantes. Deferente, el presidente Carlos Menem cerró la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), dispersó su elenco tecnológico, y para dejar un parche en su lugar creó la …

El costo de no tener radares espaciales (serie Tronador II)

La Argentina no tiene satélites de respuesta rápida ante imprevistos, y hace rato que necesita tener satélites con radar SAR en banda L. Qué bien que le hubiera venido al país que los SAOCOM estuvieran en órbita en 2003. Probablemente se hubiera evitado uno de los grandes desastres de esta década, la inundación de la …

En monolíticos, somos Gardel (Serie Tronador II)

Lejos de renunciar a la actividad espacial cuando el gobierno de Carlos Menem extirpó la CNIE, la CONAE se volvió un constructor respetable de satélites monolíticos, pero su segundo y actual director, Conrado Varotto (hyperlink 4) le imprimió un giro anti-copernicano a la herencia anterior: decidió que con el malogrado SAC-B (una misión pergeñada en …

Escalera al cielo, peldaño a peldaño (Serie Tronador II)

La agenda hacia el Tronador II viene muy jalonada de testeos de “prototipos del prototipo del prototipo”. La cosa empezó en 2009 con aparatos que parecían juguetes, pero van cobrando tamaño y complejidad en forma creciente. Aquel año se lanzaron desde rampas dos cohetes, T1 y T2 de apenas 60 kilos por pieza, con la …

Dime qué vuelas y te diré qué quieres (Serie Tronador II)

¿Entonces lo “guau” del Tronador es la tecnología de propulsión? Lo lamento, compatriotas, pero estamos tratando de llegar adonde aquellos con quienes aspiramos a competir andaban en los años ’50 y ‘60. Lo “guau” del Tronador es el control finísimo de esa tecnología en las maniobras finales de la inyección de la carga útil.